No habrá clásico femenino en el Swedish Padel Open 2019. El duelo por el titulo que más se ha repetido esta temporada, hasta en cuatro finales de siete disputadas, no se repetirá en territorio escandinavo.
Después de dos duelos consecutivos (Jaén y Valladolid), las AS y las Martas no se disputarán el título. Una pareja cazagigantes tiene la culpa. Dos soñadoras llenas de fe que ignoran el ranking y se embarcan en una hazaña portentosa que les abre las puertas de la primera final de su historia.
Si quieren conseguir lo imposible están obligadas a doblar la apuesta con otra gesta impensable ante una pareja que ha sufrido en semis pero que refuerza su posición de número 1. Aunque, nada es imposible.
Semifinales femeninas del Swedish Padel Open 2019
La jornada matinal, dedicada a las semifinales femeninas, dejó la gran campanada. La grada vibró con el triunfo inesperado una pareja que parecía invitada entre favoritas.
La retirada de Triay y Sainz en cuartos les abrió las puertas de esta ronda sin disputar el partido. El atajo pareció suficiente recompensa a la espera de que la dupla que había ganado los dos últimos torneos diera buena cuenta de ellas. No ocurrió así.
Josemaría y Nogueira rompen su techo
El primer aviso lo dieron en el Master de Marbella. Descabalgaron a las favoritas en octavos cuando todo lo demás eran incógnitas, dieron continuidad a su aventura contra otra dupla de tronío en cuartos y plantaron en semifinales la bandera de su desparpajo para enamorar a toda la grada. Fue su primera aparición en el penúltimo peldaño de una prueba grande.
Su atrevido juego las anunció como revelación pero, lo cierto es que, aquel esplendor se apagó en los torneos siguientes tras dos derrotas en octavos y dos en primera ronda.
Pero Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira, por encima de los resultados, no dejaron de creer, no pararon de crecer.
Y así, en el Master de Valladolid, volvieron a emerger. Las cabezas de serie parecen ser el alimento de sus sueños. Superaron a Bea y Cata, de nuevo, y, en cuartos, asfixiaron por momentos a Ale Salazar y Ari Sánchez. La pareja, que a la postre fue campeona, estuvo fuera por momentos. Superada en intensidad y en acierto, sometidas por el oficio de Nogueira, vapuleadas por la valentía de Josemaría.
Se repusieron a tiempo las favoritas y conquistaron el título pero aquel episodio ha resultado ser la semilla de lo que hoy, en Båstad, es una victoria de tronío.
Porque la dupla hispano-lusa, esta vez sí, ha vencido a las AS. Lo ha hecho cuando las favoritas llegaban encaramadas al número 1 (junto a Las Martas), después de conquistar los dos últimos torneos, y, además, las derrotan en semifinales, una instancia que sólo había pisado una vez.
Pero todos esos factores han quedado subordinados a la determinación de la pareja 10 del ranking que, desde la primera bola, se han apoderado del juego.
La disciplina de La Portu y el filo de la cacereña han llenado de dudas a sus contrarias, tan incómodas con el viento como timoratas en su juego. Cuando Ale y Ari se percataron de que la vía de Josemaría era un suicidio, ya habían perdido el primer set (6-4).
En el segundo acto, las AS, dirigidas hoy desde el banco por Miguel Sciorilli, inclinaron la pista del lado de la jugadora portuguesa. La acosaron con descaro y abrieron brecha con un 3-0. Ari le trabajó sin descanso, le achicó espacios cuando la empujó al fondo mientras Ale renunciaba al cruzado y se afanaba también con el paralelo.
El trazo les dio resultado y sirvió para anotarse el segundo set (3-6). La solución fue efectiva pero, al mismo tiempo, fue un insólito reconocimiento de la superioridad de Josemaría, la jugadora más peligrosa de las cuatro.
Sin embargo, la fórmula dejó de funcionarles. La recuperación de las aspirantes se explica bien a través del despliegue de Nogueira. Con menos brillo que su joven compañera, la portuguesa protagonizó un encomiable ejercicio de resistencia que contuvo a sus contrarias y abrió pista a Paulita.
Con un break de inicio en el tercero, comenzaron con ventaja (2-0). Ari no tuvo la continuidad, esta vez, que mostró en la final de Valladolid. Y a Salazar se le vieron errores poco habituales. Aún así, cerraron la brecha y equilibraron el partido (2-2).
Pero sobre el infatigable trabajo de La Portu, emergió Paula, una centella diabólica con dos marchas que sus rivales, que resultó decisiva para provocar la fractura definitiva que les dio el triunfo (6-4, 3-6 y 6-4).
Pelearán por su primer título contra Las Martas, supervivientes de un duelo terrible.
Las Martas enderezan el paso
Tendrán la oportunidad Marta Marrero y Marta Ortega de buscar su cuarto título de la temporada. Disponen de ese derecho después de una remontada ante Delfi Brea y Majo Sánchez Alayeto que saben lo que es jugar una final juntas pero no ganar un título.
Las Martas salieron a la pista conociendo la derrota de las AS, sabiendo que una victoria no sólo les situaría a un paso del título sino que les devolvería el liderato provisional del ranking en solitario.
Pero comenzaron mejor las cabezas de serie número cuatro. Un break en el segundo juego hizo saltar las alarmas (2-0). Aunque les duró poco la ventaja. Ortega midió a Delfi y la argentina se apuró hasta perder su servicio (2-2).
No obstante, estuvierom mejor al resto Majo y Delfi que desperdiciaron varias opciones de quebrar el saque contrario, incluyendo varias bolas de set en el undécimo juego. No lo consiguieron hasta el duodécimo en el que Delfi, sensacional, le ganó el duelo a su cruzado y rubricó el set (7-5).
El segundo acto, sin embargo, cambió radicalmente. Marrero dio un paso al frente para hacer bueno el impecable trabajo de Martita con su cruzado. Cogieron ventaja pronto con dos break (4-1). Trató Majo de abarcar más pista pero sus rivales gobernaban ya el duelo y se apropiaron del segundo acto (6-2).
En el tercer parcial, crecieron aún más Marrero y Ortega. Majo y Delfi, asistida de algunas molestias musculares, se mostraron más irregulares. Lo pagaron en el tercer juego con un break (2-1) que anunció el principio del fin de su resistencia.
Vendría luego otra rotura más (4-1) para provocar una ventaja que acabó por concederles el triunfo (5-7, 6-2 y 6-2).