Irreconocibles, Marta Marrero y Paula Josemaría se descolgaron en el penúltimo peldaño de la competición cuando buscaban meterse en la pelea por el título.
El batacazo fue inapelable. En apenas una hora y cuarto, comprobaron que su segundo entorchado del curso les queda aún lejos. En realidad, nunca estuvieron cerca de ganar el partidode semifinales de este Estrella Damm Open 2020 y, lo que es peor, muy poco tiempo pudieron disputarlo.
Triay y Sainz arrollan de inicio a las campeonas
El mérito fue de Gemma Triay y Lucía Sainz, protagonistas de una actuación muy convincente, sólidas en su juego y con un punto de atrevimiento que acabó despeñando a sus contrarias. El dictado de la catalana trazó el juego y dejó libre a su compañera, muy suelta con la pegada, con la amenaza que ello supone para sus adversarias.
Marrero y Josemaría estuvieron siempre por detrás. En el juego y en el marcador. Con 3-0 inicial, Triay y Sainz marcaron territorio y le hicieron ver a la pareja 2 que el encuentro de semifinales iba a ser un calvario para ellas.
En la jornada anterior, la canaria y la cacereña se habían impuesto con claridad a las gemelas Sánchez Alayeto. Lo hicieron a partir de un fomidable ejercicio defensivo que de diluyó la agitación de sus rivales.
Frente a Gemma y Lucía, en cambio, no hubo rastro de esa muralla. En realidad, ni defendieron con consistencia ni atacaron con acierto. Ni fueron ni vinieron. En ese limbo se acabaron consumiendo.
Triay y Sainz abrocharon el primer set con una autoridad aplastante que evidenció la impotencia de las favoritas (6-2). En los primeros 40 minutos, no hubo rastro de las fortalezas de las campeonas del Master de Marbella.

La imponente respuesta de Gemma y Lucía a la reacción de sus rivales
En el segundo parcial pareció cambiar el guión del encuentro. Gemma y Lucía perdieron el hilo. Se agitaron Marrero y Josemaría, cogieron la red y, por primera vez, exhibieron algo de colmillo.
Las de Rodri Ovide habían extraviado el paso y encajaron un parcial de 0-3 que anunciaba un giro del relato. No era nuevo para Triay y Sainz que ya habían acusado con anterioridad inexplicables desconexiones que terminaban echando por tierra lo construido. Esta vez, sin embargo, la pareja 4 ofreció una respuesta imponente.
La reacción que mostraron Gemma y Lucía a partir de ese instante tiene tanto o, incluso, más valor que su exhibición en el primer set. Porque las de Asics no se rompieron; todo lo contrario. Recuperaron el plan inicial y se entregaron a la faena hasta darle la vuelta al juego y al marcador.
Lo explica todo el parcial de 6-0 con el que rubricaron su resurgimiento y conquistaron el pase para estar en la final del Estrella Damm Open 2020.
Marrero y Josemaría no pudieron frenar la sangría. Ese 0-3 del segundo set fue la única luz de una derrota con demasiada oscuridad. La número uno, muy aislada del juego, no encontró nunca la senda para conectarse. No le ayudó el despliegue errático de Paulita. Con menos winners (18 por 19) y, sobre todo, más errores no forzados que sus contrarias (21 frente a 9), ni tuvieron consistencia ni mostraron filo. Les toca trabajar para recuperarlo.
Gemma y Lucía, en cambio, miran ya a la final para buscar su primer título de este extraño 2020. Su última conquista fue en noviembre del pasado año: el WOpen de Santander.