Les ha costado. Siete torneos y un buen puñado de disgustos pero en Menorca lo han conseguido.
Sanyo Gutiérrez y Franco Stupaczuk han conquistado su primer título juntos al imponerse en la final del Estrella Damm Menorca Open 2020 a Fernando Belasteguin y Agustín Tapia.
¿Qué ha cambiado en una pareja que no había pasado de semis?
Primer título de Stupa y Sanyo como pareja
La pareja argentina se formó a comienzos de la temporada con la aspiración de ganar títulos. O al menos, con el propósito de competir por ellos.
Hasta ahora no lo había logrado. En los seis torneos anteriores, ni siquiera había conseguido asomarse a la final. Cuatro derrotas en semifinales, una en cuartos y un batacazo en octavos configuraban el registro de una dupla que, sobre la moqueta, no lograba estabilizar bien su juego. Funcionaba a rachas y acaba siempre despeñada en los momentos clave.
Detrás de ello, en gran medida, estaba la excesiva prudencia de Stupa en su despliegue, más preocupado de sostener el caudal de juego que de liberar su afilado talento. Y también los efectos colaterales de la incomparable genialidad de Sanyo.
El talento desbordante del mago encierra también sus propias trampas. Porque su despliegue, en ocasiones, resulta tan impredecible que acaba por exigir a su compañero tanto como lo hacen sus propios rivales.
Así que, por momentos, el proyecto pareció ofrecer más señales de ruptura que de continuidad, alimentado siempre por la incesante rumorología que rodea a este deporte.
En Menorca, sin embargo, la tormenta se ha despejado o, al menos, se ha aclarado en parte.
La pareja ha logrado conquistar su primer título tras alcanzar su primera final. Toda una liberación.
Un trayecto triunfal lleno de obstáculos
El recorrido de la pareja argentina en este Open de Menorca ha sido un auténtico campo de minas que amenazó con despeñarles desde el primer envite. De hecho, Tito Allemandi y Momo González, en el debut de octavos, ya exigió a la pareja 4 del ranking un tercer set para lograr el pase a cuartos.
En la antepenúltima ronda, quienes llevaron al límite a Stupa y Sanyo fueron Maxi Sánchez y Matías Díaz que solo hincaron la rodilla en el tie break del tercer acto (6-2, 5-7 y 7-6).
En semis, derribaron su primera barrera al derrotar a Paquito Navarro y Pablo Lima (6-3 y 7-5). Ese triunfo solvente les abrió las puertas de su primera final del año.
Les esperaban en ella los campeones del último torneo, el Open de Cerdeña. Fernando Belasteguin y Agustín Tapia llegaban al último peldaño de la pelea por el título impulsados por una deslumbrante actuación ante Galán y Lebron en semifinales (2-6, 6-4 y 6-2).
La final, cien por cien argentina, quedó bajo el gobierno de Stupaczuk y Sanyo desde el inicio. El de Juan José Castelli incomodó a Bela con sus rulos a la malla, una distracción permanente que evitó que el de Pehuajó pudiera manejar el juego con claridad. Además, Stupa mostró más filo en su juego y se atrevió con la pegada. A su lado, Sanyo fue, como siempre, indetectable para sus contrarios.
Tuvieron alguna opción Bela y Tapia pero no la aprovecharon para establecer distancia. Sus rivales cerraron el duelo por el título en dos sets (6-3 y 7-5).
Menorca entregó, por fin, el primer trofeo a una pareja que, a estas alturas, se le imaginaba alguno más.
Claves del cambio
Las claves del cambio triunfal de Sanyo y Stupa en este séptimo torneo de World Padel Tour las proporcionaron sus dos componentes, ya campeones. Ante el micrófono oficial del circuito, ambos contaron aquello que fue diferente, esta vez, y confirmaron, al mismo tiempo, lo que les incomodaba: la excesiva timidez de Stupa y una digestión desestabilizadora de cada error.
Esta vez, el de Chaco se reconoció más atrevido y el de San Luis, más permisivo. ¿Mantendrá su vigencia esta nueva fórmula en el Master de Barcelona?
La victoria de la pareja campeona frena la rumorologia de una posible separación y les da un respiro balsámico, sobre todo a Sanyo. Creo que los focos se sitúan ahora sobre Navarro&Lima. Las caras de ambos en el 2° set de las semis no dejan lugar a dudas. Nula complicidad, cero poder de reacción. Como si ambos no creyeran en poder ganar a pesar de solo un break de diferencia. El lenguaje corporal no engaña y estos ni se miraban. La victoria de Marbella allá por marzo queda lejos. Temporada rara y escasa de torneos, acentuada por la tiranía de Lebrón&Galan, caldo de cultivo perfecto para la ansiedad y el descontento de parejas cuyo objetivo al principio era mucho más alto.
Por cierto, quiero ver la reacción de Lebrón como no ganen por tercer torneo consecutivo. O como mínimo hacer final y disputarla…..Ahí lo dejo.
Bueno, la rumorología es un elemento incontrolable. No sé si cesará pese al triunfo. Hay que tener en cuenta que, en esto del pádel, no solo influye la relación (deportiva y personal) entre los integrantes de una pareja sino que también incide las posibles rupturas que se produzcan en otras duplas y los movimientos que de ello se deriven.
En cuanto a Paquito y Lima, no creo que el termómetro adecuado sea Menorca. El brasileño llegó tras superar la COVID-19 y no estaba en su mejor condición. La fatiga que provoca en el organismo es tremenda, según explican.
Es una temporada complicada para todos, la verdad. Galán y Lebrón han ganado cuatro títulos consecutivos y han perdido en semifinales en los dos últimos. Si analizan cómo y con quién perdieron en Menorca, no creo que encuentren muchos motivos para una crisis.
¿La reacción de Lebrón? No lo sé pero es bueno tener memoria. Este chico ganó su primer torneo grande de WPT el año pasado. Lo anómalo ha sido lo que han conseguido hacer este año con esos cuatro títulos consecutivos. Creo que tiene argumentos para digerirlo bien y seguir trabajando. Veremos.
Como siempre, mil gracias por tu punto de vista, Marcos. Es un placer.