Ese abrazo a su sobrino, fuerte, con los ojos cerrados, de corazón a corazón, es puro alivio. Ahí, en el cariño de quien le admira, de quien le quiere sin condiciones, encuentra refugio durante unos segundos. Aislamiento. Evasión ante el tormento que azota su mente. Carolina Navarro, la Emperadora del Padel, una leyenda de este deporte que lo ha ganado todo, que durante nueve temporadas ha lucido la corona de número uno del circuito profesional, acaba de ser barrida de la pista en la semifinal del World Padel Tour Marbella 2014 junto a su compañera, Ceci Reiter.
La malagueña y la argentina, la pareja que gobernó con absoluta autoridad el circuito en 2012, la dupla que apenas cedió un partido en su impresionante periplo por una temporada irrepetible, es hoy un dúo desconocido, desfigurado, sin identidad.
Patty Llaguno y Eli Amatriain, una pareja de padel firme, sobrio, consistente, pero no arrollador, acaba de pulverizar a Navarro y a Reiter sin necesidad de cambiar de registro. No hay rastro del imperial juego de la malagueña. No hay indicios del ardor guerrero de la argentina. Sobre la pista, se ha impuesto aquella dupla fiel a su ADN, leal con su propio estilo. Patty y Eli han sido absolutamente mejores.
Son 13 juegos los que relatan el partido aunque la radiografía queda clara desde el principio. El break que inaugura el encuentro al saque de Carolina, retrata bien el escenario. Eli y Patty eligen restar. Saben lo que quieren. Quieren lo que necesitan. Dejan la ansiedad para el servicio de sus oponentes y se parapetan bien atrás dispuestas a examinarles el pulso.
Hace una semana, las dos parejas se vieron las caras en un duelo maratoniano en el Palacio Martín Carpena que se fue más allá de las tres horas y cuarto de duración. Cayó del lado de Llaguno y Amatriain que alcanzaron así su primera final del año. Hubo muchas alternativas. Pudieron perder la riojana y la cartagenera y acabaron ganando. Pero, en ningún momento, resultaron irreconocibles. Sus contrarias, en cambio, a ratos, demasiados, sí. Carol y Ceci no son lo que son sin decisión de mando, sin determinación para el gobierno. Hoy por hoy, les cuesta un mundo imponerse.

Ahora, en la semifinal de Marbella, Carolina y Ceci encajan el golpe de inmediato. Lo sufrieron también en cuartos de final ante Marta Ortega y Lucía Sainz. Lo padecieron en octavos en un apurado partido frente a Celeste Paz y Carla Mesa.
La bandeja de Ceci Reiter que se queda en la red entrega el saque de Carolina. Las dos bandejas que antes falla la malagueña habían anunciado ya la tormenta. El break (0-1) descompone pronto el partido. El juego en blanco que sirve a Patty y Eli para consolidar la rotura (0-2) reconstruye un duelo a merced de Llaguno y Amatriain.
Al contrario de lo que durante momentos se vio en Málaga, esta vez Ceci concede demasiado en su enfrentamiento con la riojana de Head. No cierra espacios, recula pronto y mucho, abre pista a sus contrarias para mandar desde la cinta. Y lo que es aún peor, Carolina no halla camino para entrar. ¡Venga, va! ¡Dale Carol! Se desgañita pronto la argentina, un gesto que más que buscar a su compañera trata de reactivarse a sí misma, de recuperar el filo de su juego, necesario para salir del pozo.
Con Ceci sufriendo atrás y Carol, sin hilo, Llaguno y Amatriain abordan su segundo break consecutivo. Esta vez cae el saque de Reiter. El trabajo de la de Head es constante y muy efectivo. Sin errores, con mucha consistencia, Eli acaba siempre expulsando a Ceci de la red e incluso regala algún lujo como una dormilona hipnótica que duerme un remate de Navarro con el que buscaba sorprender. ¡Sensacional!

La volea de la de Olivos que, finalmente, se estrella en la red cede su propio servicio (0-3) y abre una fractura demasiado grande, demasiado pronto.
En el cuarto, con saque de Eli, Carol y Ceci insinúan una tímida reacción. Pide algo de pista la malagueña de Star Vie y la bola cambia de velocidad y el juego, de sentido. Acompaña Ceci con un paso hacia adelante. La opción de break que consiguen es fruto de ello. Pero la ausencia de identidad, la falta de confianza, les condena. Es una terrible amnesia sobre la moqueta. Ni recuerdan quiénes son, ni deciden quiénes quieren ser.
Con la posibilidad de recortar distancias, no hay paso adelante para romper, sino hacia atrás para esperar el fallo que les entregue el servicio contrario. Finalmente, el globo de Carolina se marcha al cristal de fondo. ¡No me lo puedo creer! Se lamenta la malagueña. El viento es una anécdota que, en realidad, no oculta la falta de determinación y firmeza para imponer el juego propio.
Eli y Patty, advertidas, mantienen el saque (0-4) y dan paso al de Carol. Es ahí, en el quinto juego, en el que las de Star Vie apenas insinúan algo de su aspiración. Se mueve mejor, más rápido y con más sentido Reiter para cerrar espacios. Pide campo Carolina Navarro, ahora sí, para asumir su responsabilidad y exhibir galones. Su juego adquiere algo de vuelo. No es su mejor versión pero les sirve para anotarse el servicio propio (1-4) sin sufrir una bola de break en contra. Y no es este un detalle menor. No lo vuelven a conseguir en ninguno de los demás juegos en los que sirven.
La disputa de los primeros 7 juegos hace una semana en la semifinal de Málaga ocupó 50 minutos. Ahora, en la moqueta marbellí, apenas pasa de 24 minutos el reloj que cronometra estos cinco primeros juegos del duelo. La diferencia está en el juego inconsistente hoy de Reiter y Navarro. Sin riesgo, sin dirección, con muchos errores.
La leve mejoría de la malagueña y de la argentina apenas les da para apretar algo el juego. Ahí emerge Patty para imponer su mano, domar el juego, asegurar su saque (5-1). La cartagenera de Dunlop no grita, gesticula lo justo. Simplemente, mira, sonríe, ofrece el puño y levanta a su compañera en caso de error. Lo sabe Eli que reconoce ese liderazgo desde la calma de su compañera, ese gobierno desde la tranquilidad.

Un nuevo break para ella y Amatrian les otorga con absoluta autoridad el primer set. Trabaja Eli sin descanso, conteniendo, sosteniendo, ocupando a Reiter hasta que Llaguno irrumpe en el medio y decide. Después, es la riojana la que firma una magistral salida de pared cruzada que acaba con Ceci por los suelos tras su estirada. El fallo de Carolina en una volea baja confirma la debacle (1-6).
Más esfuerzo, peor resultado
Atrapadas en la tela de araña que tejen Patty y Eli, las de Star Vie apuran hasta el último segundo del descanso para buscar soluciones. Es el Bebe Auguste quien dirige el diálogo. Fue él quien se hizo cargo de la preparación de la malagueña y la argentina a finales de 2013, tras siete años con Miguel Sciorilli. La aspiración era crecer junto a esta leyenda del padel. De momento, sin embargo, no han logrado su objetivo. El año pasado acabaron perdieron el número uno del World Padel Tour, tras tres años seguidos de reinado, en una convulsa temporada. En esta, sin embargo, aún no han logrado, no ya un título, sino apenas disputar una final.
Cecilia Reiter, en una entrevista concedida a Padelazo hace unos meses, desveló la meta que tenían por delante para este temporada 2014: “Queremos recuperar la regularidad, las sensaciones, la confianza. Ese es nuestro objetivo. Encontrar un estilo de juego que nos identifique”. No era una frase hecha, y lo que es peor, mantiene una vigencia innegable. Hoy, Reiter y Navarro siguen luchando por recuperar su identidad o, al menos, construirse una nueva.
Reanudado el juego, se espera una reacción notable de las de Star Vie. No ya en el marcador (que también) sino en el juego. Necesitan recuperar sensaciones. El 40-0 que abre el segundo set con servicio de Patty no es una buena señal en ese sentido. Aprietan, sin embargo, y ajustan el paso. Garra tienen, padel también. Ceci, por primera vez, busca provocar, con globos en paralelo, la irrupción de su compañera. La volea de Carolina y su remate nivelan el enfrentamiento.

Pero no acaban de dar el salto definitivo. Cada vez que se acercan, algún traspié las aleja. Sus rivales, con un paso al frente hacia la red, mandan cuando hay amenaza. Un desajuste por el medio entre ambas, al fondo de pista, acaba con un pelotazo de Carol a Ceci cerca del oído. Finalmente, Llaguno pone a salvo su servicio. El rugido de diablesa que emite la de Dunlop cuando aprieta la bola anuncia su dañina intención. Su sensacional bajada de pared perfora el centro de sus rivales y finiquita el juego (0-1).
Lo que logran evitar Patty y Eli, lo padecen Carol y Ceci. Otra vez. Con un 30-0 a favor, dos errores propio conectan a sus oponentes. Un remate de Ceci que se va al cristal y una volea de Navarro que falla. No acaban de cerrar las de Star Vie. La bandeja de Navarro que se queda en la red abre otra opción de break. Con la iniciativa en sus manos, Patty descubre el paralelo de Reiter y provoca otra fractura (0-2).
En este segundo set, buscan el break Navarro y Reiter. Lo necesitan para creer. Pero siempre se quedan aún paso. En el tercero, discuten el saque de Eli. Logran un 15-30 con una gran salida de pared de Ceci que culmina Carol con una volea en paralelo. Avanzan hasta el 40-40. Pero el juego se queda del lado de Patty y Eli, muy firmes siempre, muy tranquilas, muy seguras (0-3).
Cada juego es, a estas alturas, una losa que entierra las opciones de la pareja hispano-argentina, una mina que pulveriza la frágil confianza de las de Star Vie. En 54 minutos de partido, apenas han logrado un juego. El escenario se agrava en el cuarto, con otro break. Es el saque de Navarro el que vuelve a sucumbir. Las dudas ya han amordazado a la malagueña y a la argentina. No aprietan bolas para definir, no aprovechan ocasiones para mandar. Sus oponentes, en cambio, lo tienen muy claro. Una bandeja de Carolina a la red, la enésima, y un globo de Reiter al cristal de fondo consolida la rotura (0-4).

Desfiguradas en la pista, el juego en blanco que encajan en el quinto apaga la luz de cualquier mínima esperanza (0-5). Finalmente, en el sexto, y tras levantar tres bolas de partido, ceden a la cuarta. Es el sexto break que encajan en 13 juegos el que acaba por elevar a Patty y Eli (1-6 y 0-6). La de Murcia y su compañera se abren paso de forma inapelable hacia su segunda final de 2014.
La derrota de Carolina Navarro y Ceci Reiter, en cambio, les abre otra puerta: la del análisis, la reflexión, el diagnóstico. El retrato que, justo a continuación, la otra semifinal femenina dibuja en la central de Puente Romano; el ritmo, la velocidad, el juego entre las gemelas Sánchez Alayeto y Cata Tenorio y Marta Marrero, acrecienta en las de Star Vie la imperiosa necesidad de encontrar la identidad perdida.
No se trata de lograr resultados, sino de decidir quién ser. No es cuestión de alcanzar finales, sino de saber cómo optimizar las virtudes que derrochan y no quedar a merced de la táctica de sus oponentes.
La buena noticia es que el padel late dentro de esta pareja de ensueño. La mala es que sus rivales las perciben cada vez más vulnerables.
Final femenina World Padel Tour Marbella 2014
En la otra semifinal, Mapi y Majo Sánchez Alayeto derrotan a Cata Tenorio y Marta Marrero (7-5 y 6-3) logrando alcanzar así su cuarta final consecutiva de la temporada. En todas han estado las aragonesas, nuevas números uno del circuito, que amenazan con imponer un nuevo reinado en el padel profesional.
Mañana, Patty Llaguno y Eli Amatrian tienen la oportunidad de frenar su empuje y resarcirse de la derrota de hace una semana en la final del World Padel Tour Málaga en el Martín Carpena.
18.00h: Patty Llaguno – Eli Amatriain vs Mapi Sánchez Alayeto – Majo Sánchez Alayeto.
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