El cartel anuncia una final de 2ª masculina, concretamente del Torneo de Padel Honda Cotri en el Club de Tenis Málaga. Sobre la pista, en cambio, el padel se eleva más allá de esa categoría. La red separa dos estilos diferentes, dos escuelas bien distintas, dos parejas que persiguen una recompensa al alcance de solo una de ellas.
Alejandro de Miguel y Fernando Salcedo, exponentes del club Calderón, acceden al último desafío tras vencer a Carlos Muñoz y Nano Pascual en semis, una victoria con sabor a revancha tras la derrota enVals Sport Axarquía hace cuatro semanas.

Sus rivales, José Carlos Gaspar y Carlos Pérez, dos promesas de la cantera malagueña que lucen el escudo del Club El Candado, se deshacen de Diego Phillipens y José Morillo en el penúltimo duelo para ganarse el derecho a pelear por la gloria en la categoría.
Pronto se aprecian los roles de la final. La sensacional hiperactividad de José Carlos; la potencia descomunal de Carlos; la inteligencia táctica de Álex y la incansable capacidad de trabajo de Ferdi. Tampoco tarda en producirse la primera inflexión en el relato del encuentro. Ferdi se atasca al servicio de su compañero. Cuatro errores suyos, el último una volea de revés al cristal de fondo, entregan el saque propio en el cuarto juego (3-1).
El break confirma el fenomenal inicio de los dos jóvenes de All4Padel. Gaspar y Pérez barren la pista con su danza eléctrica, fluida, constante. Aprietan una enormidad desde la cinta. La envergadura de Carlos y su fabulosa pegada son una amenaza constante. El jugador de revés gana red con facilidad y, desde ahí, resulta inabordable. La zurda de José Carlos es diferente. Una seda para abrir ángulos, un cuchillo para afilar la bola. Su drive es preciso para los globos; su revés a dos manos, sin necesidad apenas de preparación, es un tormento para sus oponentes.
El duelo de zurdas que protagoniza al inicio con Álex resulta trepidante. Se buscan en las esquinas, se miden por arriba, se aprietan al fondo. Un desafío sensacional que no encuentra continuidad al otro lado. Porque Ferdi, en realidad, lo intenta pero no doblega a Carlos. El junior malagueño se impone, inmenso, en este tramo.

El 4-1 muestra un desequilibrio inquietante para los del club Calderón que, poco a poco, recortan distancias. Ferdi y Álex se muestran más agresivos y cambian el objetivo. El zurdo hurga en el paralelo, suave, sin aviso. La intensidad de Carlos Pérez le empuja al centro de la escena, donde ocurren las cosas. Sufre entonces con ese hueco que encuentra Álex en su revés. Mientras, Ferdi aprieta los dientes, se repone tras cada error y lucha por hacer aflorar su juego constante. Con esta receta, esta magnífica dupla ata en corto a las promesas con un break en el séptimo que les sirve para recuperar el paso (4-3).
Por momentos, la fórmula les funciona. El cambio de rumbo desconecta algo a Carlos. Se resiente su juego; le afloran los fallos. El joven dueto que al principio respondía con una armónica melodía, ahora en cambio, afronta la contienda por separado, un desajuste que les impide frenar la acometida rival. Un parcial de 4-0 permiten a Ferdi y Álex sellar la brecha en el marcador (4-4).
Aún así, en el noveno, con apuros, Pérez y Gaspar logran contener la ofensiva y mantienen su saque (5-4). El gesto multiplica su valor cuando, a continuación, las dos perlas malagueñas se aprovechan de la irregularidad de sus adversarios que irrumpe de nuevo en el juego. Dos errores de Álex complican el saque de Ferdi, pero éste con dos acciones magníficas (una gran volea y una monumental bajada de pared) recupera el terreno perdido. La pugna es intensa. Unos buscan dar el primer golpe; los otros evitarlo. Finalmente, es la cinta la que dicta sentencia al hacer bueno un envío de Carlos Pérez. El golpe de fortuna, sin embargo, hace justicia a la puesta en escena de Gaspar y Pérez que se anotan así el break y cierran el primer acto (6-4).
José Carlos Gaspar da un paso al frente

Alejandro y Fernando, pese a las lagunas en su juego, han hallado un camino que explotan también al comienzo del segundo parcial. Persisten en su acoso sobre Carlos Pérez que se revuelve con todo. Se resiste el jugador de Dunlop pero finalmente sucumbe con su saque. Son cuatro bolas de break las que necesitan Ferdi y Álex para ponerse por delante. Es el propio Carlos quien entrega su servicio al repetir el mismo error (saque y volea al cristal de fondo) en los dos últimos puntos (1-2).
La jugada abre senda a los del club Calderón para enderezar el enfrentamiento. Pero no lo consiguen. Emerge, providencial, José Carlos Gaspar que da un paso al frente y convierte el asombro del público en una ovación con una exhibición de juego prodigiosa. El pupilo de Guti defiende lo imposible en el fondo, afila la volea, gana con dejada, abre pasillos imposibles con su revés a dos manos y culmina su exhibición con un remate por tres metros. Todo ello, junto a la capacidad de trabajo de Carlos, se transforma en una rotura que equilibra el marcador (2-2).
Ahí cambia el encuentro. El zurdo de El Candado y su compañero hacen virar el enfrentamiento. Mientras Gaspar dibuja el juego, su compañero percute con todo. La facilidad de Carlos para el remate tortura a sus adversarios. A ello, además, le une una adaptación absoluta al desafío que le venían planteando. Se parapeta en la esquina y ofrece un magistral ejercicio defensivo que acaba por deshacer la resistencia de sus contrincantes.

En el octavo, dos errores de Ferdi complican el saque de Álex. Es Carlos, impecable, quien asesta la puntilla. Tras el resto, gana metros con una chiquita, y desde la red, firme y afilado, destroza a sus rivales (5-3).
El golpe es lo suficientemente certero como para que se convierta en definitivo. Con el servicio de José Carlos, las promesas de El Candado se anotan el segundo set (6-3) y se imponen en un encuentro que les encumbra en el Club de Tenis Málaga.
