Son dos estampas que reflejan la cara y la cruz del deporte, la alegría y la tristeza, la victoria y la derrota, el gozo y el sufrimiento.
Sentada en la silla a pie de pista, mientras sus rivales festejan el título de campeonas de España por Selecciones Autonómicas 2014, la malagueña se tapa el rostro con las manos buscando consuelo a una derrota, la primera que sufre en su categoría en tres años, y que llega en medio de una tormenta de náuseas y mareos por culpa de un virus traicionero.
Semanas antes, el escenario cambia, la protagonista se mantiene. Esta vez ocupa el centro de la cancha, con una gran sonrisa, una celebración, un abrazo sincero a su compañera, Paula Bellver, tras proclamarse por tercera vez campeona de España.
Forman parte ambas escenas de una temporada estratosférica, un año de ensueño que vuelve a coronar a la jugadora malagueña Beatriz González como una de las más grandes promesas del padel femenino español.
“El año ha sido, la verdad, mejor de lo que nos esperábamos porque hemos ganado todas las pruebas en infantil y nos hemos atrevido en algunas en cadete”. Lo cuenta la perla de Mystica en una charla con Padelazo.com desde su centro de entrenamiento, Miraflores Sport Club, a pocos días del Master de Padel de Menores 2014, otro de los grandes objetivos del año para la malagueña.
“Queremos repetir el triunfo del año pasado”, afirma Bea que no se olvida de que “este año, las que ganen se van con la selección a jugar un torneo internacional a Mallorca”, una recompensa que le encandila. “Nos hace mucha ilusión poder ir con la selección española a jugar”.
Y es que esta temporada, a sus 12 años de edad, la nieta del genial Chuzo, jugador del Atlético de Madrid y del extinto C.D. Málaga, ha dado un paso más y se ha estrenado con el combinado andaluz en el Campeonato de España de Padel de Selecciones Autonómicas 2014. “Sí, estoy muy contenta, nunca había ido (a una convocatoria de la selección andaluza de padel) y, salvo lo que ha pasado, todo muy bien; son buenas personas y buenas compañeras”, cuenta Bea.
Ese salvo lo que ha pasado es un episodio en el que no quiere detenerse mucho la de Málaga. La noche anterior a la final que enfrentaba al equipo masculino andaluz con Valencia y al femenino con Madrid, un extraño virus causó estragos en la plantilla andaluza.
“Empezó Alba (la marbellí Alba Pérez), Mara (Mara Becerra) y luego por la mañana yo me levanté fatal y empecé a vomitar. Luego cayeron todas las demás compañeras”. Pese a ello, mientras su cuerpo gritaba ¡No!, su corazón la empujaba más allá del sufrimiento para disputar el punto de infantil de la final.
“Fue un partido largo. Había momentos en que me mareaba”, relata la malagueña que acabó perdiendo ese duelo ante Cristina Carrascosa y Cristina Rayo, un punto que supuso algo más que la victoria de Madrid. Por primera vez en tres años, Bea González perdía un partido en la categoría que le corresponde por edad. No le había ocurrido ni en benjamín ni en alevín en las temporadas 2011, 2012 y 2013. “No me tomé mal perder por primera vez. Sabía que en cualquier momento podía llegar un mal partido y ser el final del récord”.
La perla de Mystica no se escuda en el calvario que el virus le hizo pasar ni le resta un ápice de mérito a sus rivales. “En realidad, jugué para intentar ganar por la selección”, así que “me dio más coraje perder por eso que por lo del récord”.
De esa derrota extrae Bea una gran enseñanza que vale tanto como los numerosos triunfos que acumula en su deslumbrante palmarés. Este año, sin ir más lejos, se ha impuesto en los dos Tyc Premium del circuito nacional de padel de menores que ha disputado en infantil, se ha coronado, por tercera vez, campeona de España, ha logrado volver a ser la número uno de su categoría, un logro que repite desde benjamín, y ha sido subcampeona de Andalucía con la selección de Málaga, entre otros logros.
De todo ello, tiene un recuerdo clave. “Octavos y semifinales del Campeonato de España nos costó bastante”, apunta la jugadora sobre dos momentos clave de un recuerdo imborrable de la temporada. Sobre todo, ese partido de octavos que «se nos complicó (frente a Aroa Lasa y Beatriz Caldera Benjumeda), empezamos perdiendo 4-0, luego fuimos al tie break y lo pudimos sacar”.
El triunfo significó el tercer entorchado nacional que conquista la malagueña tras benjamín y alevín, y sirve además para resarcirse de la final perdida en 2013 en Marbella (cuando jugó en infantil pese a ser de segundo año de alevín). “Quería ganarlo este año”–declara la promesa malagueña–“el año pasado estuvimos a punto y en este sabía que teníamos que ganar”.
Ahí encuentra Bea uno de los grandes recuerdos de 2014. En cambio, el momento malo de la temporada lo sitúa en el TYC Premium 3, competición que decidió disputar en cadetes. “En la semifinal tuvimos un partido que podíamos ganar (ante la marbellí Marta Pérez y Helga García), pero no dimos el cien por cien”, se lamenta la jugadora de Mystica que se quedó “con las ganas de pasar a la final”.
Ahora llega el Master de Menores, una prueba que cierra el círculo que comenzó junto a su actual compañera, la valenciana Paula Bellver, hace un año. Bea y Paula, en 2015, no seguirán juntas. “Estuvimos pensando continuar pero al final decidimos ir cada una por separado”, cuenta la malagueña que, no obstante, no descarta que “volvamos a jugar juntas más adelante. Nos llevamos muy bien y somos amigas”.
Esa complicidad con Paula ha sido una de las claves de la gran temporada que han realizado. “Al principio, nos costaba compenetrarnos; no nos conocíamos, éramos una pareja nueva y nos costó”, recuerda Bea. Y es que, para formar pareja, ambas tuvieron que volver a cambiar de posición. Beatriz, tras un año jugando en la derecha con la marbellí Alba Pérez, regresó al revés. “Es una posición que creo que va más acorde a mi juego”, explica.
Paula, que venía de jugar en el revés, se pasó a la derecha. “Al principio le costó acoplarse pero lo hizo muy rápido”, recuerda la de Málaga que subraya que, en este tiempo, “Paula me ha ayudado mucho y hoy es como si estuviéramos jugando toda la vida juntas”.
En la perla de Drop Shot, Bea ha encontrado algo más que una compañera de padel. “Nos hemos llevado muy bien, hemos congeniado muy rápido dentro y fuera de la pista”, insiste la malagueña. “Es muy fácil y divertido jugar con Paula, siempre está animando y riéndose”.
El testigo de la valenciana lo recogerá la motrileña Helga García Ortuño con quien Bea afrontará 2015. “Es una derecha muy segura y tiene un juego muy agresivo que creo que también puede congeniar bien conmigo”.
Junto a ella, dará el salto a cadete en 2015 (para Helga será su segundo año en la categoría), pese a que, otra vez, como en su primer año de infantil, afrontará una categoría superior a la que le corresponde por edad. Para ello se ha preparado a conciencia. No sólo compitiendo en dicha categoría en el circuito andaluz y algunas pruebas del valenciano esta temporada sino también en las sesiones de entrenamiento con su preparadora, Patricia Mowbray, en Miraflores Sport Club.
“Me encanta Patri como entrenadora, ha sido jugadora y me entiende muy bien”, afirma Bea que “no cambio por nadie a Patri”. Con ella, tiene dos horas de padel a la semana, además de algún partido de nivel que le preparan a la joven promesa en su club. “Y si no hay competición oficial, suelo jugar algún torneo de club el fin de semana”.
Álvaro de la Torre es su preparador físico. “Me mete mucha caña para que llegue siempre a tope a los torneos”, desvela la malagueña con una sonrisa y la mente puesta en su gran objetivo para 2015: “Quiero ser campeona del mundo”.
Y es que la próxima temporada es año de Mundial. “Nunca he jugado y tengo muchas ganas, es mi gran objetivo de cara al año que viene”, afirma la malagueña que el pasado año, pese a ser subcampeona de España y la número uno del ranking infantil, se quedó fuera de la convocatoria. “Me dijo el seleccionador que no me llevaba porque iba en una categoría superior y quería darle una oportunidad a las que sí iban en sus categorías”.
Por eso, Bea González espera ansiosa hacer un gran año para poder estar en esa gran cita mundial del padel de menores. “Quiero jugarlo con la selección y por parejas”.
En unos días, la joven Bea cumplirá 13 años. Sus expectativas, sin embargo, acordes a su juego, van mucho más allá de su edad. “No quiero pensar muy lejos pero me gustaría llegar a ser jugadora profesional”.
Allí, en el circuito, están sus referentes. “Las gemelas (Mapi y Majo Sánchez Alayeto) y Carolina Navarro”. A ellas quisiera poder enfrentarse algún día. “Me gustaría jugar el World Padel Tour aunque aún no me dejan por edad hasta que no tenga 15 años”, se lamenta la jugadora malagueña aunque sueña con que “me dejen jugar antes con una wild card”.
Mientras tanto, se centra en lo inmediato. Y eso es el Master de Menores que empieza justo hoy…