Son instantes únicos, irrepetibles. Momentos que apremian una decisión y regalan consecuencias que van más allá de los acontecimientos presentes. Hechos que urgen a elegir una ruta, a renunciar a otra, y que condicionan decisivamente lo que está por venir. Son, en verdad, cruces de caminos que desafían a quien se enfrenta a ellos.
La final femenina del Estrella Damm Madrid Open 2015 regala un puñado de esos dramáticos instantes. Con dos parejas, las dos mejores del circuito, que se miden, que se retan, que se retroalimentan una a otra para elevar el espectáculo y componer un duelo lleno de hermosura.
Ahora, tras dos horas de vibrante encuentro, es la madrileña Alejandra Salazar quien sonríe sobre la moqueta azul del Madrid Arena. Una sonrisa que ilumina su rostro y que comparte con su compañera, Marta Marrero. Un gesto que le da más brillo aún a un partido que tenían perdido ambas y al que se agarran con un despliegue monumental sobre el alambre.
Han evitado que sus formidables rivales, las gemelas Mapi y Majo Sánchez Alayeto, hayan cerrado el encuentro con su saque. Y la gesta les da alas para revertir la situación. Les insufla la suficiente confianza para que su padel se vuelva aún más afilado. En el tercer set, una bandeja de Mapi a la red, le da a Marta y a Ale el segundo break del partido y las sitúa, con servicio propio, en pista para cerrar la final.
Pero lo que surge al otro lado de la cinta es el carácter de dos jugadoras implacables. Dos hermanas que, este año sí, han aumentado su capacidad de sufrimiento para sostenerse en duelos de corazón agitado y pulso frío.
Las aragonesas alcanzan esta final femenina del Estrella Damm Madrid Open 2015 tras conseguir una disputadísima victoria en semis ante Cata Tenorio y Victoria Iglesias (6-2, 3-6 y 7-5), un enfrentamiento espléndido que recupera la mejor versión de la dupla hispano-argentina y que anticipa lo que les espera a las gemelas en la final.
Sus oponentes, Ale y Marta, en la penúltima ronda, aplacan el ímpetu de la malagueña Carolina Navarro y la argentina Ceci Reiter (6-4 y 6-2), que venían de imponerse con mucha autoridad de Patty Llaguno y Eli Amatriain.
Tras ello, el duelo entre las parejas uno y dos es el cuarto de la temporada con un título en juego. Las de Star Vie buscan su quinto entorchado World Padel Tour del año, el cuarto consecutivo de una racha que comenzó en Valladolid y se prolongó en Málaga y en La Nucía.
Sus rivales, en cambio, suman sólo una corona en las cinco que han disputado. Sólo en San Fernando, la segunda estación de la temporada, consiguieron la canaria y la madrileña doblegar a las hermanas.
Ahora, en este escenario imponente, con un espectacular ambiente en las gradas (no hay récord pero la ocupación de asientos es extraordinaria con más de 4.500 espectadores), Marrero y Salazar tratan de sorprender desde el principio. Dos bolas de break al saque de Mapi. Uno de esos momentos que puede cambiar el curso de un partido. Un globo corto de Ale que aprovecha Majo y un error de Marta por arriba impide el break en el juego inaugural (1-0).
Una oportunidad perdida que sus adversarias sí aprovechan en el cuarto. Las gemelas, un muro en la red, imponen su frenético dictado al saque de Salazar. Un fallo de Marrero, otra vez por arriba, y una bandeja de Ale a la red, comprometen su saque. Certifica la rotura Majo con una gran volea al medio (3-1).
Este comienzo radiografía dos estilos muy distintos. Las de Star Vie, ordenadas, disciplinadas desde el fondo para buscar la vía aérea, despliegan su juego con un ritmo elevado que apura a sus contrarias. En especial a Marta, algo imprecisa en este arranque en el que Ale exhibe ya el filo de su prodigioso padel.
Con el break en la alforja, Majo y Mapi, con saque de ésta, buscan consolidar la fractura. Tratan de impedirlo la de Head y la de Black Crown que se abalanzan sobre la red para aflojar a las hemanas. Hasta cuatro bolas de rotura disponen Marta y Ale en un maratoniano juego. Otro de esos instantes que deciden mucho más que el momento. Les falta algo de consistencia y les sobra cierta precipitación a Salazar y Marrero para aprovechar alguna de esas ocasiones. Finalmente, un brillante punto decanta el juego del lado de las de Zaragoza (4-1).
Ahí acaba un primer set (6-3) que exhibe la autoridad de las Sánchez Alayeto, con una Majo sobresaliente en este acto a quien secunda su hermana de forma muy eficaz.
El juego de ambas es siempre intenso, sin tregua. No sorprenden con ángulos imposibles. Su dictado aprisiona a sus rivales que acaban aplastadas por el vértigo de su juego. En ese torbellino, hay que estar muy finas para poder sostenerse. Parejas como Eli y Patty oponen la pausa como receta. Otras, como Salazar y Marrero, en cambio, aceptan la propuesta.
Ale Salazar y Marta Marrero resurgen a tiempo
Al contrario de lo que ocurrió en la final de Málaga de este año, Ale y Marta no descabalgan en la reanudación. En el cuarto juego, las número dos a punto están de lograr su primer gran botín del encuentro. Al saque de Majo, se procuran dos oportunidades de break. No lo consiguen porque, de nuevo, en esos instantes, les falta temple. Dos errores de Marrero, un globo que se le va directamente y un resto a la red, impiden el quiebre y mantienen el equilibrio en el marcador (2-2).
Las aragonesas, en cambio, sí aprovechan su ocasión. Es Mapi quien emerge imperial para, en el quinto juego, pulverizar el saque de Marrero. Una gran secuencia de la gemela en la red, con una volea al ángulo y después al medio, anticipa el premio. Ella misma, portentosa, filtra una bandeja paralela que perfora la subida de Marta a la red (5-4).
A un palmo de la línea de meta, le corresponde a Mapi servir para ganar el encuentro. No es una empresa muy complicada. Sus contrarias no han logrado ropmerles aún el saque. Sin embargo, la resistencia de sus contrarias se eleva aún más ante la inminente amenaza del abismo.
Ale y Marrero se lanzan a por el break. Un error de Majo con la volea les da alas. Después, una pelota dudosa detiene el encuentro y agita las cabezas. Es un globo muy ajustado de Salazar que, de primeras, parece golpear en el cristal lateral. Así lo canta Mapi. Lo reclama Marta. El juez árbitro, tras una interminable pausa (el sistema de revisión de jugadas en video de World Padel Tour es un verdadero fiasco), concede el punto a Salazar y da el 0-30.
Y aunque las hermanas recuperan la distancia, una grandísima volea en paralelo de Marrero y un error de Majo con el revés acaban por nivelar el marcador con un providencial break (5-5).
Con saque de Ale, ésta y la canaria firman un parcial de 3-0 que las sostiene en plena ofensiva contraria. La sonrisa de la madrileña irrumpe en escena para celebrar una remontada llena de fe y talento (5-6). Su empuje les lleva incluso a amenazar el servicio de Majo para cerrar el set. Son dos pelotas para empatar, con una Ale hechizada sobre la moqueta y una Marrero que encuentra su propio ritmo, se libera de los grilletes que le imponen sus contrarias y se abre paso hasta la red. De nuevo un error al resto, esta vez de Salazar, y una gran volea de Majo que provoca el fallo de su oponente, impiden el quiebre y abren la puerta del tie break (6-6).
En la muerte súbita, sin embargo, se impone la determinación de Alejandra y su compañera. Es un ejercicio de solidez que penaliza la tibieza de sus adversarias. El resto de Mapi directamente al cristal acaba con la ventaja de las gemelas y lleva la final al tercer set (6-7).
Las gemelas Sánchez Alayeto evitan el abismo
Este fabuloso ejercicio de supervivencia sobre el alambre de Salazar y Marrero se prolonga en el tercer set. Aprietan las gemelas con un juego enérgico y consistente al resto, un tenaz despliegue capaz de desgastar a cualquiera. En el segundo juego, el saque de Marta corre peligro cuando Majo y Mapi ganan red y Ale falla una volea de revés. Es Mapi quien busca el break. Lo hace todo bien para ganar la cinta desde el fondo pero su globo se le marcha fuera (1-1).
En el cuarto, la madrileña y su compañera evitan otras dos opciones de rotura. Un remate por tres metros de Marrero y una volea definitiva de Ale tras un mal resto de Majo abortan la operación de las aragonesas (2-2).
Majo y Mapi no cejan en su empeño. Inaccesibles con el servicio, por el momento, tratan de conseguir el break que las ponga en pista hacia su quinto título. En el sexto, con saque de Marrero, son otras cuatro oportunidades de rotura para las de Star Vie. Un 0-40 que se esfuma ante la feroz respuesta de Salazar y Marta que no vacilan y deshacen también la ventaja al resto que surge después.
A esas alturas, Ale continúa su imponente despliegue mientras que Marta reclama los focos con un juego soberbio (3-3). Siete opciones han tenido en este tercer set las gemelas Sánchez Alayeto para destrozar el saque de sus contrincantes. Una, en cambio, les basta a Salazar y a Marrero para conseguir su objetivo. La bandeja de Mapi a la red dibuja un escenario radicalmente distinto (3-4).
Con dos horas y media de trepidante duelo, es Salazar quien saca para situarse a un palmo de triunfo. En los tres saques anteriores que ella y Marta han tenido, las hermanas han gozado de oportunidades para romper. En este noveno juego, ocurre igual. Un 15-40 que, esta vez sí, acaba convirtiéndose en un break cuando Marrero traza una horrible víbora directamente al cristal (4-4).
No es sólo talento. Las gemelas demuestran también su carácter. Un genio irreductible que les empuja siempre hacia adelante. Otro instante. Un cruce de caminos en el que Mapi y Majo nunca dudan. Su identidad les marca siempre la ruta. Las gemelas nunca se traicionan.
En el duodécimo, después de un partido descomunal, de una exhibición sobre la moqueta, la madrileña Ale Salazar cede en el pulso. Dos errores suyos, una bandeja y un drive a la red, comprometen su propio saque, el que debe llevar el final de esta final al tie break. Después, un imponente ejercicio defensivo de las gemelas lo culmina Mapi con su pegada. Con 15-40 y dos bolas de partido en contra, Salazar no define bien con el remate cuando puede. Majo, desde la red, finiquita el encuentro (6-3, 6-7 y 7-5).
La ovación inmediata, grandiosa, recompensa el esfuerzo sin reserva de las cuatro que ahora se abrazan sobre la pista. Las gemelas Sánchez Alayeto suman su quinto título de 2015. Cinco trofeos en seis finales. Desde la semifinal de Córdoba (cuando cayeron ante Patty Llaguno y Eli Amatriain) no pierden un partido. Su temporada, en cambio, va más allá de esta abrumadora estadística. Su ambición sobre la pista, la fe en su propuesta les ha llevado a superar los momentos menos brillantes. Mapi y Majo son, hoy por hoy, las reinas del circuito. En los datos y sobre la moqueta.
En el banco, con la derrota puesta, la sonrisa vuelve a irrumpir en la faz de Salazar. Vacía, tras tres horas de partido, la madrileña celebra su entrega, su padel. A su lado, Marta ha encontrado también un camino que, al principio de la final, se le ocultaba. Ambas han rozado hoy la gloria, una vez más. En Galicia buscarán dar el paso definitivo.