Por momentos, la final masculina del Vuelve a Madrid Open 2020 pasa por sus manos. Todo lo bueno y todo lo malo que ocurre para sus aspiraciones dependen de él. Traza el plan, maneja el ritmo y busca el acierto. Parece un meritorio que busca su primer entorchado pero no lo es.
A sus 41 años, Fernando Belasteguin, un mito viviente, se emplea a fondo para desactivar a sus dos rivales, dos jóvenes bombarderos que no parecen tener antídoto en esta moqueta endiablada del Madrid Arena.
Juan Lebrón y Alejandro Galán se han ganado su condición de máximos favoritos a través de actuaciones aplastantes. Parecen inaccesibles. Bela acepta el desafio: un reto a la altura del más grande.
Final masculina Vuelve a Madrid Open 2020
Pocas veces en la historia de este deporte habrá pasado que Fernando Belasteguin esté sobre la pista para disputar una final y no sea favorito. Así ocurre en esta del Vuelve a Madrid Open 2020, pese a que el de Pehuajó ha recuperado su espacio en el revés y ha desterrado el fallido experimento en la derecha.
Pero él y Tapia no son los señalados por los pronósticos. Y eso es mérito de sus dos rivales, Juan Lebrón y Alejandro Galán, una dupla surgida a principios de temporada del rechazo de sus anteriores compañeros y que ya lidera la Race 2020 de World Padel Tour.
Los españoles ganaron en este mismo escenario hace dos semanas. Hoy se postulan para el doblete tras firmar exhibición tras exhibición en el torneo.
De hecho, acuden sin haber cedido un set y, con apenas 8 juegos encajados entre los cuartos (6-3 y 6-2 a Chingotto y Tello) y la semifinal (6-1 y 6-2 a Mati y Maxi).
Bela toma el mando de inicio
Sin embargo, el intimidante despliegue de Lebrón y Galán, esta vez, no les abre camino tan fácilmente.
Bela y Tapia fortifican su saque con mucho acierto. No especulan. Aprietan la primera volea, le meten mucha intensidad al juego y definen en cuanto tienen opción. Al resto, en cambio, el argentino varía el ritmo y busca espacios mientras se agita sin descanso. Trata de abrir a la pareja rival, incomodarles con tiros firmes, evitar que se encaramen a la cinta y solo recurre al globo cuando puede ejecutarlo de manera sorpresiva para evitar la pegada contraria. Tapia, a su lado, se despliega dispuesto para definir.
El plan les funciona para sostenerse. Los españoles no están tan cómodos. Lebrón echa en falta algo más de ritmo y Galán, de nuevo, acusa el momento en una final.
En el noveno, los argentinos descubren la grieta y convierten un break definitivo para la suerte del primer acto (4-6).
Lebron y Galán, por primera vez en todo el torneo, van a remolque.
Reacción grandiosa de Lebrón y Galán
Pero los de Mariano Amat no titubean. Tienen el plan meridiano. Regresan a la pista tan enchufados que firman un parcial de 3-0 a favor. Son los mejores momentos de ambos. Ahora sí, exhiben su arrolladora versión y desarman a Tapia y a Bela que pierden el control definitivamente.
El segundo set se decide de manera rápida (6-1). Lebrón y Galán habían logrado recuperar la senda del vértigo.
La dupla argentina, sin embargo, no se abandona. Es imposible con Bela en la pista. Su regreso al revés le ha vuelto a dar la perspectiva que le convirtió en leyenda. La fiereza no la había perdido nunca.
En el cuarto juego, el de Pehuajó y el joven catamarqueño están a punto de lograr otro break. Si no lo consiguen es por la maravillosa osadía de Lebrón, un temerario que se arquea detrás de la línea de fondo para despejar la amenaza con un remate imposible (2-2).
La pareja española, en cambio, sí acierta cuando tiene la oportunidad. Es Galán quien, cayendo hacia atrás, destroza un globo paralelo de Tapia, hoy algo superado en el partido.
Ese break (3-2) parece encarrilar el duelo para Galán y Lebrón que, en el séptimo, a punto están de darle la puntilla desde el punto de oro. No lo consiguen.
Y esa ocasión desperdiciada casi les cuesta caro. Porque Bela se lanza a por ese último vagón.
Es el décimo juego. Saca Galán para cerrar la final. A esas alturas, Tapia parece fuera del encuentro. Todo está listo para encumbrar a los españoles pero el de Pehuajó aún tiene un último arrebato de casta y orgullo, de raza de campeón.
Un error de El Lobo y dos del madrileño les sitúan con un 0-40 en contra. Es el momento de Bela. Lo sabe el argentino que se abalanza sobre cada pelota como si le fuese la vida en ello. Pero, esta vez, su voracidad le juega una mala pasada. Se apresura en todas las oportunidades y las manda todas al limbo.
Lebrón, en cambio, acierta con el punto de oro y cierra el partido (4-6, 6-1 y 6-4). Él y su compañero conquistan así su segundo título consecutivo.
El próximo torneo, en la primera semana de agosto, tendrá el mismo escenario. El Lobo y Galán mantienen su condición de máximos favoritos.
Bela, de vuelta en el revés, está encantado con el desafío.
Cómo dices en el artículo Bela no era el favorito, pero ha sido el más grande y encima es el más inteligente de la clase. Lo ha demostrado con la estrategia de volver al revés de nuevo y plantarse en la final. Si tengo la sensación de que Tapia pierde en la derecha y por ahí se les escapó el partido. Además de por las dos bestias que tenían enfrente y que confirman, después del descalabro de Navarro&Lima, que son la pareja a batir.
Hola, Marcos. Pues sí, de Bela no se duda, jejejeje.
La verdad es que la actuación del argentino en la final fue tremenda. Verle enfrentarse con esa determinación y fiereza a sus dos rivales resultó conmovedor. Todo lo bueno para sus aspiraciones pasó por sus manos. Al final, también lo negativo dependió de él, con esos tres errores con 0-40 en el décimo juego. Pero, sin duda, fue ejemplar.
La vuelta de Bela al revés es una gran noticia. Ahora, tendrá que adaptarse Tapia a la derecha. Estuvo bien durante todo el torneo aunque en la final le faltó algo más de presencia.
En cualquier caso, se incorporan como alternativa para próximos torneos.
Gracias por dedicarle un rato a la web y compartir tu punto de vista.
Saludos.