Mientras el sol refulgía en mitad de un hermoso cielo despejado y el calor azotaba las pistas del Real Club Pádel Marbella; con tres sets disputados y en pleno tie break del último punto de los cuartos de final del Campeonato de España de Pádel de Selecciones Autónomicas de Veteranos/as 2012; las andaluzas Ana Melgar e Inmaculada Delgado y las catalanas Esther Inglés y Marit Willis no pensaban en buscar huecos en la cancha, ni en la estrategia más adecuada. Ni siquiera, planeaban el siguiente punto. Ambas parejas, atenazadas por la presión mientras eran escrutadas desde más allá de los cristales por sus propias compañeras de equipo (que ya habían terminado sus respectivos encuentros) apenas trataban de pasar la bola al campo rival con un margen de más de metro y medio por encima de la red.
El resultado de esa agónica muerte súbita desempataba la eliminatoria y daba el acceso directo a uno de los dos equipos para disputar un lugar entre las cuatro mejores selecciones regionales del país. Y todo eso, las cuatro jugadoras, de categoría +90, lo sabían e incluso lo sentían.
Las andaluzas habían logrado sobreponerse al contratiempo que les sobrevino justo antes del campeonato con la lesión de la almeriense May Espinar. Su lugar en la pista lo ocupó la gaditana Inmaculada Delgado y, junto a su compañera, Ana Melgar, también de Cádiz, consiguieron enderezar un partido que se les había puesto cuesta arriba con un primer set en contra, 6-3, para firmar un 2-6 en el segundo parcial.
Pero el tie break es de naturaleza cruel. Y todavía más despiadado en el tercer y definitivo set. Es entonces cuando los nervios, la ansiedad y la precipitación acaban conquistando el lugar que debía ocupar la táctica, la técnica y la estrategia. Ambas parejas dispusieron de oportunidades para cerrar el encuentro y no supieron hacerlo hasta el decimosexto punto, en el que una fácil volea de Inmaculada (que ya había salvado de forma extraordinaria varios puntos de partido con acciones tremendas) echó el telón al encuentro. La bola salió despedida de su pala directamente al cristal de fondo y el sonido seco del impacto acabó solapado por los gritos de júbilo de las catalanas que obtenían así su clasificación para jugar las semifinales.
El último error fue de Inmaculada pero pudo haberlo sido de cualquiera de las cuatro. El caso es que fue esa precisa pelota dio sentido a los encuentros anteriores de la eliminatoria, en los que Esther de Jaime y Lorena Lizarza (+75) le habían dado el primer punto a Andalucía frente a Carolina Garzo y Sonia González (6-2 y 6-4). Mientras que Librada Navarro y Chari Barea (+85) habían sucumbido ante Marta Cano y Mónica Espadaler (6-4, 3-6 y 2-6).
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Imágenes de la eliminatoria entre las selecciones femeninas de Andalucía y Cataluña.
Para llegar ahí, las andaluzas se habían desecho el día anterior de la selección de Castilla y León por un contundente 3-0 que firmaron Lorena Lizarza y Esther de Jaime frente a Alejandra Gil y Laura Gómez (6-1 y 6-0); Librada Navarro y Chari Barea contra Marga Vázquez y Nuria Rueda (6-1 y 6-0), y Ana Melgar e Inmaculada Delgado ante Mai Rey y Alicia Menéndez (6-1 y 6-0).
Pero esa pelota en el cristal escenificó el fin de las aspiraciones de la selección femenina de Andalucía de, al menos, repetir el cuarto puesto de 2011.
Rabia
Encorajinadas por la oportunidad perdida, las andaluzas se conjuraron para alcanzar el siguiente objetivo en sus ranking de expectativas: la quinta plaza. Para ello, el capitán, Salvador de la Guerra, introdujo algunos cambios en las parejas de cara a su enfrentamiento con la selección de Navarra y dio entrada a Lourdes Gómez en lugar de Lorena Lizarza (mermada físicamente) y recuperó, pese a su lesión, a May Espinar.
De esta forma, las anfitrionas (se jugaba en Marbella) se impusieron con absoluta claridad a sus rivales. Esther de Jaime y Lourdes Gómez firmaron un 6-0 y 6-2 contra Natalia Medrano y Nuria Gómez; mientras que Lili Navarro y Chari Barea solventaron su partido con un 6-1 y 6-3. Los dos puntos dieron la clasificación a Andalucía y permitieron la retirada de Ana Melgar y May Espinar cuando ganaban 6-1 y 1-2 a Felisa Acedo y Carmen Carrascal.
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Imágenes de la eliminatoria entre las selecciones femeninas de Andalucía y Navarra.
Contra Madrid a por el quinto puesto
El último obstáculo para lograr la quinta plaza lo encontraron las andaluzas en la potente selección de Madrid, que había vencido en octavos a Galicia (2-1) para caer después con Aragón (1-2) en cuartos de final. Esa derrota obligó a las madrileñas a jugar por un lugar entre el quinto y el octavo puesto, y en ese camino, obtuvieron la victoria frente a Murcia (2-1) para poder cruzarse con Andalucía.
El seleccionador andaluz repitió las parejas del enfrentamiento anterior contra Navarra a la espera de obtener el mismo rendimiento. Pero la situación no empezó bien para las ilusiones locales. Ana Melgar y May Espinar firmaron un arranque de partido horrible en el que encajaron un inapelable 0-6 frente a Elena Sánchez y Olga González.
Lili Navarro y Chari Barea cayeron también en la primera manga de su partido contra Bárbara Alcántara y Nuria Gil por 3-6.
Y sólo Lourdes Gómez y Esther de Jaime lograban salvar el tipo para Andalucía al adjudicarse el primer parcial de su partido por 6-4 frente a Maryam Shams y Carolina Pedraza.
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Imágenes de la eliminatoria entre las selecciones femeninas de Andalucía y Madrid.
Eran momentos de enorme tensión para el equipo andaluz que veía muy lejos ese quinto lugar del campeonato. Sin embargo, poco a poco, las jugadoras anfitrionas empezaron a meterse en sus respectivos partidos. Librada y Chari hicieron sufrir de manera extraordinaria a sus oponentes a las que llevaron al tie break en el segundo set. Pero de nuevo, por segunda vez, la muerte súbita fue adversa para los intereses de Andalucía (3-6 y 6-7) y otorgó el primer punto a Madrid.
Ana y May, en cambio, sí se levantaron de forma imponente en la pista para frenar la ofensiva madrileña. Primero ganaron el segundo set (6-2) y después llevaron el tercero al tie break. De nuevo, un cara o cruz para las andaluzas; otra vez, además, con Ana Melgar como protagonista. Fueron en total 18 puntos de enorme tensión, nervios y emotividad en los que la pareja andaluza se vio obligada a disputar algo más que un tie break. May tuvo que hacer frente a sus problemas físicos (los que le impidieron jugar las dos primeras eliminatorias del campeonato); mientras que Ana tuvo que luchar contra los golpes de sus oponentes y los recuerdos del tie break perdido el día anterior contra Cataluña. Ambas jugadoras, gaditana y almeriense, en un admirable ejercicio de fortaleza mental, dieron la victoria a Andalucía y empataron la eliminatoria.
A partir de ahí, el enfrentamiento de Lourdes y Esther contra Maryam y Carolina concentró todo el interés. Las andaluzas habían decantado el primer set de su lado, pero las madrileñas les habían devuelto la moneda con un 3-6 en el segundo.
Con las espadas en todo lo alto, el calor apretando y las formaciones de las dos selecciones animando a las suyas, ambas parejas disputaron golpe a golpe el billete de su equipo para la quinta plaza. Los gritos de ánimo y rabia de Lourdes (¡vamos!) resonaban en cada rincón de la pista con la misma intensidad con las que sus golpes y los de su compañera peinaban los ángulos de la cancha. Dos breaks para las locales inclinaron mucho la balanza con un 5-2, pero la asombrosa resistencia de la dupla madrileña y la ansiedad por ganar de las andaluzas, retrasaron el desenlace y añadieron más emoción al partido. Maryam y Carolina recortaron distancias con un break (3-5) y pudieron haberlo hecho aún más porque, con su servicio, ocasiones tuvieron para el 4-5. Pero ahí salió la fortaleza, el talento y la ambición de las dos jugadoras de Andalucía para definir en el momento preciso.
Exhausta, con el puño cerrado, y apretando los dientes, el último grito lo dio Esther que elevó por los aires a Lourdes escenificando así el final del partido (6-4, 3-6 y 6-3), de la eliminatoria, y la consecución de esa ansiada quinta posición.
La lesión de May, un factor clave
«La lesión de May, en el entrenamiento que tuvimos el día en el que llegamos, ha mermado a la pareja número tres»–éste es uno de los condicionantes clave del papel de Andalucía en el Campeonato de España de Pádel de Selecciones Autonómicas de Veteranos/as en opinión del capitán del conjunto andaluz, Salvador de la Guerra–»aunque Inmaculada (Delgado) lo hizo muy bien en su partido y defendió el pabellón».
El seleccionador, en cualquier caso, valora el quinto puesto obtenido pese a las dificultades de la última jornada en la que «se ha notado el cansancio, el calor y algunas ampollas en los pies de las jugadoras». Para De la Guerra, la recuperación de Ana Melgar y May Espinar resultó crucial en el último enfrentamiento. «Al principio, Ana no entró mucho en juego, pero después, se ha recuperado y ha entrado en el partido»–señala el capitán–»ellas (Ana y May) junto a Esther (de Jaime) y Lourdes (Gómez) nos han dado esta victoria».