El codo, la rodilla, uno de los nudillos de la mano izquierda. La sangre de Fernando Belasteguin es fiel vestigio de una pugna intensa, trepidante, que pone a los números uno del World Padel Tour contra las cuerdas durante gran parte de la final del Keler Euskadi Open 2015.
Sanyo Gutiérrez y Juani Mieres son los responsables de tal exigencia, inédita desde Valladolid, que, por momentos, descubre las costuras de Belasteguin y Lima.
Los vencedores del Open de Madrid, piden revancha con la dupla argentino-brasileña tras las siete derrotas sufridas esta temporada frente a ellos, dos de ellas en una final (final de Sevilla y la reciente final de Dubai).
Para ello, Mieres y Sanyo pulverizan la ilusión de Miguel Lamperti y Tito Allemandi (6-3 y 6-1), por primera vez este año en semifinales tras apear a Paquito Navarro y Matías Díaz en cuartos (4-6, 6-1 y 6-4).
Bela y Lima, en cambio, deben apaciguar la reacción de Juan Martín y Maxi Sánchez en el segundo set de las semifinales para derrotarles en tres mangas (6-2, 3-6 y 6-1).
El hecho de que, en esta semi, los números uno cedan su primer set desde el mes de junio (en la final de Valladolid) encuentra de inmediato continuidad en el tempranero break que firman Sanyo y Juani (2-0) al saque de Belasteguin en la final.
Todo esta afrenta conforma una atmósfera de ilusión en quienes suspiran por una derrota de los invencibles. Una esperanza que crece no sólo por el marcador sino, sobre todo, por el juego de los que aspiran a firmar como verdugos. Porque Mieres y Sanyo, hoy sí, por fin, se muestran sublimes. En especial, El Hispano de Dunlop, un jugador descomunal, víctima de una asombrosa mutación que ha enterrado a la timorata figura, empequeñecida y triste que acompañó a Juan Martín Díaz en los primeros cinco torneos de la temporada.
Es Mieres quien hoy dibuja el trazo del partido. Con una víbora afilada que atormenta a Bela en su esquina, una bandeja enroscada al medio que confunde permanentemente a Lima y una pegada definitiva que suma muchos puntos.
Es una estirada suya ante una remate de Lima la que logra rubricar, por tres metros, ese primer break del encuentro.
La reacción de los números uno, sin embargo, es imponente. A la altura de su voracidad, de su prestigio. Dos fieras heridas abalanzándose sobre la cinta para desfigurar a sus contrarios. Pero, al contrario que en los precedentes, Juani y Sanyo plantan cara, elevan la resistencia. Defienden hasta seis bolas de break en contra al saque del hispano-argentino. Finalmente, a la séptima, Belasteguin aniquila con su pegada una defensa tenaz de sus contrarios y reduce la brecha (2-1).
Pese a la respuesta de los líderes, Mieres y Gutiérrez insisten en su apuesta. El de Dunlop barre la pista de arriba abajo mientras su compañero altera el ritmo, combina alturas y sorprende en donde nadie la espera.
Frente a ello, el brasileño, Pablo Lima, se muestra inusualmente impreciso, incómodo, con demasiados errores, infrecuentes en el de Asics.
Así, en este escenario, llega un nuevo break. La firma estelar es de Sanyo Gutiérrez que caza fuera de pista un remate por tres metros de Lima y lo acuna en la red a través de la puerta. ¡Brillante!
La rotura y su consolidación sitúan a la pareja número cuatro del ranking masculino a un paso de embolsarse el primer set (5-2).
Pero, con Bela y Lima enfrente, por más que no disfruten de su mejor día, no hay ventaja alguna ni cuando el marcador así lo dicta.
Con el de Pehuajó de terapia con su compañero y enfrascado, al mismo tiempo, en su duelo cruzado con Juani, el duelo se va equilibrando.
El juego en blanco al servicio de Lima (5-3) da paso a un directo a sus contrincantes. Mieres salva la primera opción de rotura pero desperdicia, de manera estrepitosa, la segunda cuando estrella en la red un remate que tiene a favor (5-4).
¡Vamos! El desgarrador grito unánime de Bela y Lima anuncia el vuelco. Para ello, la dupla Adeslas salva una ocasión de rotura en contra en el décimo (5-5). Es una bola de set para Mieres y Sanyo, un momento crucial, un instante de los que generan dudas, agrietan el carácter y provocan temblores. Nada de eso en Pablo Lima que acuchilla una salida de pared formidable, un misil lleno de fe y coraje que aborta la amenaza y sirve para equilibrar el partido (5-5).
A continuación, se produce la remontada. El saque de Mieres cae en manos de sus voraces adversarios. Lo consiguen a la segunda cuando una salida de pared de Sanyo se estrella directamente en el cristal de fondo.
La alegría, la exaltación, el júbilo de la retransmisión ante la eventual caída de los favoritos se apaga de pronto. El tono casi fúnebre anuncia la rotura de saque (6-5) tras la que culminan un parcial de 5-0 que propulsa a Lima y a Bela en el primer set (5-7).
Sanyo y Mieres no bajan los brazos
Pese al tropiezo, pese a la ocasión perdida, Juani y Sanyo no se descomponen. Su despliegue es intenso, inteligente, preciso. Sólo la definición en momentos clave les priva de la gloria.
Ocurre en la reanudación. Hasta cuatro bolas de break a favor tienen Mieres y Gutiérrez en el segundo juego con servicio de Lima. Una por una, los números uno salvan todas y conservan el saque (1-1).
Se buscan ambas parejas, se miden en las esquinas, se escrutan por bajo y por alto. El mérito de Juani y Sanyo es incuestionable. Su fórmula no sólo ha logrado contener a sus feroces contrarios, sino que les despoja de ese arrebatador dominio para gobernar con acierto.
Así llega el séptimo, con Mieres al saque y Bela y Lima dispuestos a inclinar definitivamente la final de su lado. La primera ocasión no pueden aprovecharla por la encomiable respuesta de Juani. La segunda en cambio se traduce en break. Pega Sanyo y Bela, en la cinta, se eleva para sacar por tres metros la bola (3-4).
La última oportunidad de sostenerse la encuentran Juani y el de San Luis al resto en el noveno juego. Mieres, un gladiador irreductible, devuelve el remate de Bela, tapona la red y cierra en paralelo.
Surge así la ocasión de romper el saque de Lima, de aferrarse a un encuentro que les debe alguna recompensa por su esfuerzo. Pero sus rivales no conceden más opciones. Un duelo cara a cara en la red, sin reservas ni escondrijos, todo reflejos, lo culmina Belasteguin en paralelo (7-5 y 6-4).
Su compañero le eleva en el centro de la pista mientras su rivales lamentan la proximidad al éxito de su desafío. Es el décimo título de 2015 para Bela y Lima (el duodécimo para el de Pehuajó). Una auténtica barbaridad, un registro que asombra todavía más al recordar que es una pareja de nuevo cuño en esta temporada.
La próxima parada, penúltima antes del Master Final, el Estrella Damm Valencia Master 2015.