Muchos le silban. Muchos le critican. Muchos minusvaloran sus triunfos y aplauden sus derrotas. Al final, sin embargo, se acaba imponiendo la categoría superlativa de quien ahora, con la expresión desatada, ocupa los focos en la central de la Plaza Mayor de Valladolid, a quien su compañero señala, primero, y sostiene en alto, después.
Es Fernando Belasteguin, que suma su cuarto título consecutivo de la temporada World Padel Tour 2015. Cuatro de cinco (el primero no pudo disputarlo por la lesión de su compañero); el segundo junto a Pablo Lima.
Hoy, además, se coronan ambos tras imponerse en un duelo vibrante, espléndido, agónico, contra dos titanes, Paquito Navarro y Matías Díaz, otra dupla de nueva creación que se ha catapultado en este inicio de temporada para asumir el rol de contraparte tras la deserción involuntaria de otras parejas.
Bela y Lima, vencedores en la prueba anterior de Río Gallegos, se trabajan mucho su clasificación para la final en Valladolid tras derrotar por el camino a Cristian Calneggia y José Antonio García Diestro (7-6 y 6-4); Fernando Poggi y Jaime Bergareche (6-1 y 6-2); Tito Allemandi y Miguel Lamperti (6-7, 7-6 y 6-4) y Ernesto Moreno y Javi Limones (6-1 y 6-4).
Sus adversarios, el sevillano de Mystica y el guerrero de Star Vie, accedieron al último duelo con mucha más autoridad al dejar en el camino a Gerard Company y Rubén Rivera (6-3 y 7-6); Martín Sánchez Piñeiro y Toni Bueno (6-1 y 6-3); Gaby Reca y Seba Nerone (6-2 y 6-1); y Ale Ruiz y Matías Marina (6-3 y 6-2).
La central de Valladolid, renovada de urgencia durante la madrugada, acoge esta grandísima final que la presencia de Pablo Lima convierte en inédita. Bela ya se midió a la pareja número tres del ranking en las finales de San Fernando y de La Palma aunque lo hizo junto a Willy Lahoz por la baja del brasileño.
Junto al de Asics, sí derrotó a Navarro y a Díaz en las semifinales de Río Gallegos (3-6, 6-3 y 6-4). Un precedente que tan sólo sirve para advertir de la extrema igualdad entre ambas duplas.

Un duelo apretadísimo desde el principio
Y lo cierto es que, desde el inicio, el trazo del juego esboza un equilibro extremo entre cuatro jugadores dispuestos a entregar su alma.
Los servicios sustentan un ritmo infernal, un vértiginoso intercambio ajeno al calor, que va más allá del irregular bote de la bola sobre la superficie azul de la pista.
La pugna se eleva a la cabeza aunque apunta al corazón. Con Bela y Lima buscando resquicios en una pareja sublime, de firme voluntad, de granítica determinación, que busca su segundo título, tras el de Barcelona. Ni siquiera las dos ocasiones de break que tienen el de Pehuajó y su compañero en el sexto resquebrajan su ánimo. Dos errores de Lima, uno con la volea cuando buscaba sorprender en la red y otro con un revés a dos manos, disipan la amenaza (3-2).
Bela, consciente de las ocasiones desperdiciadas, se desespera en su camino hacia el banco. Matías y, sobre todo, Paquito se encomiendan al embrujo de un público entregado. El sevillano recuerda aquella final de 2012, su primera final en el circuito profesional, en esta plaza junto a Allemandi, en lo que entonces era Padel Pro Tour.
Cinco años después, Paquito no es un anhelo sino una palpable realidad. Su histriónico show se mantiene pero su padel ha crecido y madurado hasta asumir que lo que el espectáculo demanda no siempre coincide con lo que el juego exige.
De inmediato, el de Mystica y su bravísimo compañero aprietan el saque de Bela. Un envío paralelo del de Pehuajó se marcha al lateral. Es el propio argentino el primero en reconocer que su bola se ha marchado incluso aunque se trata de una opción de break contra sus intereses. El detalle, que se repetirá más adelante en otra bola crítica, quedará oculto, sin embargo, en la polvareda que sus detractores levantan en cuanto pueden. Una vez más.
Una afiladísima volea de Pablo Lima barre la esquina y acaba con el peligro (3-3).

No hay tregua en un duelo que hierve bajo el intenso sol vallisoletano, un enfrentamiento en el que los detalles desequilibran cada intercambio. No hay espacio para la duda. En el undécimo, con saque de Matías Díaz, éste y Paquito no son capaces de cerrar un 40-0 y, de repente, se ven al borde del abismo con sus contrarios mordiéndoles los talones.
Dos nuevas oportunidades de rotura asoman para la pareja argentino-brasileña. La fe de Navarro y Matías les permite rechazar la ofensiva. El sevillano, magistral con su remate, acaba con la primera ocasión. En la segunda, tras un asfixiante acoso a Lima en la esquina, el de Mystica culmina por cuatro metros (6-5).
El tie break es la única vía para resolver un equilibrio que se mantiene sobre el alambre. Con 7-6, la primera opción de cerrar el set la tienen los españoles (Matías Díaz tiene la nacionalidad española desde hace años) después de que The Warrior, inconmensurable, se imponga en su duelo cruzado a Lima. Pero emerge la fiereza de Bela que fulmina a Navarro con una bajada de revés ¡al cuerpo!
Tampoco Navarro y Matías convierten el segundo set ball que tienen cuando dos amagos del sevillano hipnotizan a sus contrarios. Esta vez es Lima quien, valiente, se abalanza sobre la red y se impone en el cara a cara al de Star Vie.
Las dos oportunidades perdidas se convierten en un doloroso tormento cuando Pablito y Bela sí aprovechan la suya. Abre camino el de Pehuajó con la volea y cierra el de Asics con el remate un intenso tie break (10-8) que les pone por delante (7-6).

Paquito Navarro y Matías Díaz no ceden
El segundo set apenas cambia la fisonomía del encuentro. El descomunal esfuerzo de Matías le eleva muchos centímetros más de lo que su estatura refleja. A su lado, el imprevisible Paquito Navarro regala magia y atemoriza con un remate que hoy vuela aún más.
Enfrente, sin embargo, Lima y Bela buscan la ocasión de desequilibrar definitivamente esta final. La encuentran en el quinto juego, un 15-40 al saque de Navarro que les abre la puerta para acelerar hacia el triunfo. Una hipnótica dejada de Paquito que acaba con Lima por los suelos y un imponente remate en paralelo de Matías Díaz alejan el riesgo y les mantienen en la brecha.
Ruge Paquito hacia la grada tras sostenerse al borde del precipicio (3-3). Invoca el sevillano su conexión con un público que le adora y que celebra que siga en la brecha.
El nivel se eleva en la pugna de unos por cerrar y otros por abrir. Una delicia para los más de 2.000 espectadores presentes que desemboca en un nuevo tie break. Y ahí, esta vez son Navarro y Díaz quien deciden a su favor. Dos errores de Bela y una oportuna cinta de Matías ayudan a los españoles a coger distancia. Finalmente, un remate por cuatro metros de Paquito Navarro le echa el cierre al segundo acto (6-7).
Enfervorecido, el show del sevillano fuera de la cancha da continuidad a su soberbia actuación entre los cristales. Dos caras indivisibles de una moneda única.

Intercambio de golpes para el último tie break
Tras casi dos horas de partido, comienza un tercer set en el que las fuerzas dejan paso a la fe. El esfuerzo por evitar un tercer tie break no pasa la frontera de la intentona. Como en el tercer juego, con saque de Matías Díaz, cuando Bela irrumpe en la red como un depredador voraz y sorprende a The Warrior con una volea a quemarropa. La oportunidad de rotura se esfuma con el enésimo resto del de Pehuajó a la red.
Navarro y Díaz son quienes cogen turno en el intercambio de golpes. La monumental defensa de Paquito y Matías acaba con Bela estrellando una bola en el cristal de fondo. Dos opciones de quiebre al saque de Lima que, sin embargo, no aprovechan. El sevillano de Mystica envía al cristal uno de sus globos. Después, la estrella de Head remata por tres metros (2-2).
El desgaste físico, el calor, la presión,… todo ello recorta golpes y acorta los intercambios. No hay opción alguna para los restos por lo que, otra vez, el tie break resuelve el duelo. Con todo equilibrado (4-4), Bela mide a Paquito, le exige mucho desde el fondo por bajo y éste acaba fallando la volea (5-4).
Un remate formidable del argentino anticipa el clímax que llega con una preciosa bajada de pared que tumba a Matías Díaz en la moqueta azul (7-4).
La alegría del triunfo (7-6, 6-7 y 7-6) libera la rabia. El gesto de Lima señalando a Bela, alzándole, mostrándole a todos, a quienes no le reconocen y a quienes le idolatran. Es el cuarto título de un jugador único, el segundo de una pareja extremadamente competitiva que domina ya el circuito.

Paquito Navarro y Matías Díaz suman ya tres subcampeonatos en cuatro finales World Padel Tour en esta temporada 2015, y muestran el imparable avance de su padel, la forja de su carácter, el talento que multiplica su prodigioso acomplamiento.
Ya se citan para la próxima…
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