El Pabellón de Deportes San Pablo, en Sevilla, saluda a las nuevas reinas de World Padel Tour. Ale Salazar y Marta Marrero, la alternativa a las gemelas Sánchez Alayeto, ocupan ya el trono del circuito y lo hacen con su cuarto título de la temporada, el segundo consecutivo (tras el conseguido en Monte-Carlo).
En tierra andaluza, la madrileña de Head y la canaria de Black Crown ratifican su incomparable momento de forma. Lo hacen por estadística y por juego. Ni un sólo set cedido en una competición que asiste a otra exhibición de Marrero y Salazar en su camino a la gran final (6-3 y 6-1 a Lucía Martínez y Teresa Navarro; 7-6 y 6-3 a Marta Ortega y Ariana Sánchez; y 7-6 y 6-3 a Eli Amatriain y Patty Llaguno).
Hoy sus rivales en el duelo por el título emergen de algo más abajo en el ranking que de costumbre. Caprichos de calculadora. El padel de Gemma Triay y Lucía Sainz, las vigentes campeonas de España, desmiente a los números mientras crece sin techo. En Sevilla, firman un torneo imponente para alcanzar su segunda final de la temporada (la primera fue en Valladolid).
En su recorrido, la menorquina y la catalana muestran un estratosférico nivel que les lleva en cuartos a pulverizar a sus máximas rivales por la cuarta plaza del ranking y, en semis, en un duelo vibrante, a superar el tremendo escollo de las número uno (6-1 y 6-1 a Cynthia Pérez y Andrea Medina; 6-3 y 6-0 a Lorena Alonso y Noelia Márquez; 6-2 y 6-3 a Carolina Navarro y Ceci Reiter; 6-3, 6-7 y 6-3 a Majo y Mapi Sánchez Alayeto).
Una final inédita para Sevilla
Gemma y Lucía se miden ahora cara a cara a una dupla que, con independencia del resultado, ya tiene trofeo: el número uno del ranking femenino a partir del lunes. Precisamente, el triunfo de la pareja Nox sobre las Alayeto contribuye a la ascensión triunfal de sus ahora rivales.
El duelo tiene tres precedentes este año en World Padel Tour. Dos victorias a favor de Salazar y Marrero (6-4 y 6-2 en Valencia y 6-3 y 6-3 en Monte-Carlo) y un sonado triunfo para Triay y Sainz en cuartos en Valladolid (4-6, 7-6 y 7-5).
De inicio, la pugna es trepidante. Cuatro jugadoras muy ofensivas. Dos estilos agresivos. El espectáculo se desparrama por el recinto desde la primera bola. Ale y Marta tratan de golpear pronto. Se escalonan y atacan la red con decisión y firmeza para presionar a sus contrarias. En Valladolid, Gemma y Lucía se diluyeron en la final ante las gemelas. Pero, esta vez, es distinto. La pareja número cinco sufre pero resiste. Y eso que una víbora afilada de Marrero abre una opción de break. Un error de Ale, sin embargo, con un globo directo al fondo disuelve el peligro (1-0).
El aviso se repite en el tercero, al saque de Triay. Una bandeja acuchillada de Salazar obliga a Lucía a volear bajo la cinta y provoca su error. La oportunidad se esfuma también esta vez. Es Gemma quien traza con un liftado que enrosca a Marrero en su esquina (1-1).
El arranque de Triay es impecable. A sus 24 años, es su segunda final profesional (sin contar el Campeonato de España) pero su despliegue, por momentos, corresponde a una veterana. Pausada cuando debe, decidida para achicar metros, inteligente para alternar ritmos e incisiva cuando la bola coge vuelo.
Pese a ello, no encuentran opción al resto. Salazar y Marrero dominan con autoridad desde el servicio. En los seis primeros saques que afrontan en el partidos (cuatro en el primer set y dos en el segundo) apenas ceden cuatro puntos. En cambio, al resto, abren brecha en el quinto. Lucía enturbia su juego con varios errores que comprometen su propio saque. La debilidad excita a sus contrarias que se abalanzan sobre la cinta. Marta fabrica desde su esquina, Alejandra pide pista. En el cara a cara, fulminan a sus adversarias. La volea de la madrileña certifica un break que se les había negado en las dos anteriores ocasiones (2-3).
Consolidada la conquista, las incipientes reinas del circuito tratan de darle continuidad al asalto. Hasta dos bolas de break se procuran en el séptimo. Un amago de Lucía que pilla a sus oponentes y una salida de pared firme por el medio que Ale volea a la red sirven de salvavidas para Gemma y su compañera (3-4).
Con muchos problemas en el resto las de Nox no inquietan cuando sirven sus contrarias (3-5). Finalmente, en el noveno, Salazar y Marrero, otra vez al resto, apagan la luz del primer acto. Lo hacen de manera autoritaria. Una dolorosa rotura en blanco que da forma el progresivo derrumbamiento de Lucía. La catalana, momentáneamente, entra en barrena en la resolución del primer set (3-6).
La súbita reacción de Triay y Sainz no les alcanza
La reanudación no trae buenas noticias para ellas. Marta y Ale arrancan con saque también en blanco (0-1) y, de inmediato, aprovechan el bajón de sus rivales para cercenar aún más sus esperanzas. Sucumbe el saque de Lucía. Salazar, en el cruzado, atormenta a Sainz, ahora sin filo para presentar batalla. Sobre la moqueta, vuelan las favoritas. La canaria aprieta con la bandeja; la de Head se abre camino hacia la red. Con el gobierno en sus manos, llega el error contrario. Una volea de Triay a la red rubrica el break (0-2).
En blanco también, amplían la fractura (0-3) y apuntan a la gloria. Un parcial de 5-0 desde el primer set hunde a Gemma y Lucía. La sombra de Valladolid parece tomar forma en los recuerdos de la menorquina y de su compañera. Las sensaciones aproximan el desahucio, alejan el milagro. Pero Sainz y Triay ya han demostrado su capacidad de reconstruirse en mitad del juego. Lo saben bien Ale y Marta desde Valladolid.
El regreso a la pista ofrece una mutación radical. Sobre todo de la barcelonesa de Nox. Las tinieblas dejan paso, súbitamente, a la luz. La determinación disipa las dudas. La valentía impulsa una recuperación que alumbra el estilo de una jugadora majestuosa. De pronto, Sainz se olvida del marcador, del escenario, de sus rivales. Con la brújula y el mazo, se encarama a la cinta y da forma a su dictado. Punzante y poderoso. A su lado, Gemma, una perla deslumbrante, secunda el despegue de su compañera.
Este despertar frena en seco a Salazar y Marrero con tres juegos encajados en blanco. El segundo, un contundente break que eleva a Sainz. El parcial de 3-0 (12 puntos consecutivos, una docena de puñaladas a sus rivales) equilibra el marcador (3-3). Alejandra y Marta han perdido el sitio frente la reacción de sus oponentes.
Sin embargo, son los problemas al resto los que impiden a Triay y Sainz darle continuidad a su ofensiva. Tres devoluciones directas falladas dan un provindencial respiro a Alejandra y Marta (3-4) que cogen vuelo. Se equilibra el duelo. Se estrecha el margen de error.
En el undécimo, Lucía y Gemma buscan con saque propio la puerta del tie break. Ahí irrumpe Marrero, prodigiosa, para imponer su sello. Su revés a dos manos arrebata a sus rivales la iniciativa. Gemma eleva demasiado la volea y Ale aprovecha la oportunidad. La jugada provoca dos bolas de break, dos opciones de cerrar el partido. Les basta la primera.
Salazar lo defiende todo en su esquina. Gemma, exigida, apura demasiado el liftado y se marcha directo a la malla sin tocar suelo. El sonido metálico de ese impacto certifica el triunfo de Alejandra y Marta (6-3 y 7-5). Sevilla corona a las nuevas reinas del padel femenino. Cuatro títulos en seis finales. Hasta ahora, nadie ha ganado tanto. Nadie lo ha hecho mejor.
Triay y Sainz pierden su segunda final. Su triunfo, sin embargo, está en el camino. A un suspiro de la cuarta plaza del ranking, su ascensión es una noticia tan formidable como su juego sobre la moqueta. La Coruña les brindará la posibilidad de continuar su evolución.