Ya es oficial. Miguel Lamperti y Maxi Grabiel vuelven a formar pareja. Estos dos ilustres del pádel han decidido unir de nuevo sus caminos para el tramo final de curso.
La decisión, sin embargo, se enmarca en una temporada muy complicada para El Canoso, con algo de mala fortuna y decisiones que no han salido como esperaba.
Miguel Lamperti y Maxi Grabiel: nueva pareja World Padel Tour
Vuelve la pareja Lamperti y Grabiel. Vuelve El Canoso y El Enano. Vuelve la complicidad férrea. Vuelve la pelea infatigable. Vuelve ese interminable choque de manos entre dos que no dejan de animarse.
La dupla se formó por primera vez en 2012, última temporada del circuito Padel Pro Tour y, luego, continuó en 2013 y 2014, ya durante World Padel Tour.
En aquella época fueron muy competitivos y lograron ganar algunos títulos.
En 2017, por lesiones de sus respectivos compañeros entonces (Juani Mieres y Agustín Gómez Silingo), se juntaron de manera circunstancial.
Ahora, vuelven a hacer coincidir sus caminos para afrontar, en principio, lo que queda de año.
Miguel Lamperti apura sus opciones
La temporada de Miguel Lamperti ha sido para olvidar. Arrancó un nuevo proyecto de inicio con la idea de ser competitivo y dar algún susto a los de arriba; y, a falta de tres torneos, no sólo no lo ha conseguido sino que, además, está fuera de los puestos de acceso al Master Final (18º).
Maxi Grabiel será el tercer compañero que tenga este carismático argentino en este 2019 en el que no ha logrado pasar de cuartos de final en todo el año.
Son cifras anómalas en un jugador como Lamperti que, en 2018, disputó dos finales y peleó por ellas en 4 semis.
Con esa base, comenzó este curso junto a Lucho Capra. En el zurdo de Quilmes buscaba despliegue físico y mucho filo en la red.
Su debut fue ilusionante. Aunque cayeron cuartos de final en el Master de Marbella, plantaron mucha batalla a Paquito y Lebrón en un partido vibrante que se desniveló por detalles (6-4 y 7-6).
Tras aquello, sin embargo, no lograron darle continuidad. Su sintonía fuera de la pista no encontraba correspondencia con la bola en movimiento. Su juego, por momentos, no parecía mezclar del todo. Sobre todo, en los primeros torneos.
Fue a partir del Open de Vigo cuando hicieron pie. Ahí encadenaron una racha que les llevó a cuartos de final durante cinco pruebas consecutivas. Paquito y Lebrón en tres ocasiones, y Bela y Lima, en dos, frenaron su trayectoria.
Sin embargo, los síntomas apuntaban a una clara mejoría. En Buenos Aires, por ejemplo, estuvieron muy cerca de despeñar a Bela y Lima (4-6, 6-3 y 7-5).
Pero Lamperti parecía tener prisa. No eran los resultados que esperaba a principios de año. La ruptura de Fernando Belasteguin y Pablo Lima precipitó los acontecimientos.
El de Bahía recibió la llamada del brasileño, primero; aunque éste se decantó por Galán. Entonces, le buscó Juani Mieres. Aceptó y rompió con Capra.
A priori, le parecía una decisión acertada. Regresaba junto a Mieres, con quien ya había peleado por títulos el año anterior. Se conocían de sobra dentro y fuera de la pista. Su juego tenía ya automatismos. Y, además, El Hispano estaba en un gran momento de forma, tras ganar en Buenos Aires y hacer final en Valladolid junto a Alejandro Galán.
Con la calculadora en la mano, (salían de pareja 4) a Lamperti le pareció la oportunidad de hacer despegar la temporada. No fue así. Sus aspiraciones se truncaron de golpe.
Juani sufrió una lesión en el gemelo durante las semifinales del Open de Suecia. La dolencia era lo suficientemente importante como para parar. La competición, sin embargo, no iba a darles pausa. El momento de la temporada, el inicio de un nuevo proyecto, hicieron que Mieres arriesgase. Fue en vano.
Debutaron en Valencia con derrota en el estreno ante Javi Garrido y Martín Di Nenno (6-3 y 6-4). En Mijas, tampoco pasaron del primer partido. Juani, que saltó a la pista con un ostensible vendaje en su gemelo dañado, duró 15 juegos. Se retiró con empate a 1 en el segundo set tras ceder el primero en el tie break ante Ramiro Moyano y Juan Cruz Belluati (7-6 y 1-1).
El hispano-argentino, en un salto, hizo más daño aún. La escena siguiente fue desoladora (puedes verla en el video de Vamos Pádel). Lamperti, prácticamente de rodillas, maldiciendo su mala fortuna, suplicando para seguir. Tras abandonar la pista, El Canoso explotó en un llanto desgarrador y buscó refugio en la soledad del vestuario. No encontraba consuelo alguno.
Tenía claro que toda decisión conlleva un riesgo pero, en su caso, éste había engullido las ventajas que le llevaron a romper con Capra.
En Madrid no lograron superar la primera ronda y, en Cascais cayeron en la segunda. En Menorca, directamente, ni saltaron a la pista por una afección vírica que llevó a Mieres al hospital.
En total, han sido cuatro estaciones de un calvario que llega a su fin con esta ruptura.
Lamperti, que cumplirá 41 años en noviembre, viaja en el tiempo y se encomienda a Maxi Grabiel, un valor seguro. Su última baza del año.
Ahora mismo, le separan 745 puntos de la última plaza de acceso al Master Final. Tiene tres torneos por delante para lograrla.
La misión de Maxi Grabiel
Maxi Grabiel comenzó la temporada junto a Fernando Poggi y la va a terminar al lado de Miguel Lamperti. Por el camino, ha compartido trayecto junto a Aday Santana, Marcello Jardim y Juan Restivo.
El argentino de La Plata ocupa hoy el puesto 51 del ranking World Padel Tour y no tiene opción alguna de entrar en el Master Final.
A sus 43 años, afronta este final de temporada con una misión clara: vaciarse para que su compañero alcance su objetivo.
Así lo explicó él mismo en una publicación en redes sociales que desveló la noticia.
¿Conseguirá Lamperti su objetivo? La otra incógnita será despejada mucho antes. ¿Con quién jugará Juani Mieres lo que queda de temporada?