El calendario femenino del World Padel Tour 2019 ha completado su octava prueba. Este parón de camino al Open de Mijas no es exactamente el ecuador de la temporada dado que tienen por delante otras seis pruebas (más el Master Final).
Pero sirve de sobra para poder analizar lo sucedido en estos cuatro meses de competición y destacar la cara y la cruz de lo que llevamos de año en el circuito profesional de padel femenino.
Cara: lo mejor hasta ahora
Hay grandes noticias de lo que llevamos vivido hasta ahora en este World Padel Tour 2019. ¿Quiénes son las protagonistas de esta primera mitad de curso?
El duelo Las Martas vs Las AS
La pugna que mantienen desde el primer torneo las dos mejores parejas del ranking es, sin duda, una de las mejores noticias de esta primera parte de la temporada.
Las AS y Las Martas son dos duplas que surgieron del intercambio de parejas que en 2018 formaban Marta Marrero – Ale Salazar y Martita Ortega – Ari Sánchez.
Ambas no sólo han confirmado su candidatura a pelear por lo máximo sino que, desde que arrancó el curso, mantienen una pelea trepidante por cada título que eleva aún más su rivalidad.
Son estas dos parejas las que han dominado la primera mitad del año. No han dejado migaja alguna para el resto y se han repartido todos los títulos (ocho torneos).
Además, se han enfrentado directamente entre ellas en cinco ocasiones con un saldo a favor de Las Martas de tres victorias.
Todas las finales que han disputado entre sí se han resuelto en tres sets excepto la última, en Valencia, en la que M&M arrollaron a sus rivales en dos mangas.
Ortega y Marrero han ganado 27 partidos de 30 disputados. Suman a estas alturas cinco títulos (Marbella, Logroño, Vigo, Suecia y Valencia) y sostienen el liderato del ranking.
Los guarismos de Salazar y Sánchez, por su parte, son también asombrosos. Han vencido en 24 de los 29 encuentros que han jugado lo que les ha permitido conquistar tres títulos (Alicante, Jaén y Valladolid) y consolidarse en la segunda posición de la clasificación.
La coronación de Marrero
Siete años después de su irrupción en el pádel profesional, Marta Marrero ha coronado su progresión en la cima del mejor escaparate posible. La canaria ha conquistado la corona que la acredita, de manera provisional, como la reina del pádel.
La canaria prolongó la racha ganadora de 2018 (ganó los últimos tres torneos con Ale Salazar) con los dos primeros títulos en juego en este curso. Lo hizo con su nueva compañera, Marta Ortega, y un propósito que, hoy, es una realidad: reclamar su espacio propio en el firmamento del pádel.
La derrota sufrida en Alicante (frente a Patty y Eli) retrasó su coronación. Tras el triunfo de Vigo, Marrero se hizo con el número uno del ranking femenino de World Padel Tour.
Aunque le alcanzó su excompañera, Alejandra Salazar, tras los dos títulos consecutivos que firmó en Jaén y en Valladolid, su acelerón final (con dos nuevos torneos ganados: Suecia y Valencia) ha vuelto a poner tierra de por medio.
En todo este tiempo, la evolución de la extenista ha resultado imparable. A su descomunal potencia por alto, le ha añadido una formidable solidez desde el fondo. Todo ello sustentado en un estado físico impecable y una determinación que asombra.
Resta la segunda parte de la temporada pero Marrero ya lo ha dejado claro: hay reina para rato.
El paso adelante de dos jóvenes: Martita y Ari
Los primeros meses de competición de este WPT 2019 han confirmado el paso al frente de dos de las jóvenes perlas del pádel español. Compañeras durante una exitosa etapa de menores en la que lo ganaron todo, a partir de 2016 compartieron pista también en el circuito profesional de pádel.
Juntas, con 20 y 19 de años de edad, Martita Ortega y Ariana Sánchez ganaron su primer torneo grande en 2017 (el Open de Santander) y un Challenger en 2018 (el de Melilla).
Se encaramaron al top 5 del ranking y comenzaron a tener presencia frecuente en semifinales (7 veces el pasado año) pero no era aún una dupla configurada para pelear por títulos. De hecho, disputaron dos finales en todo 2018 (en Valencia y en Granada) y dos en 2017 (en Santander y en el Master Final).
A finales de la temporada, pusieron fin a su relación deportiva y, a partir de ahí, junto a sus nuevas compañeras, han dado el último paso de su despegue para convertirse, ahora sí, en aspirantes a cada título.
Martita suma ya cinco entorchados este curso y ha estado en 7 finales de 8. A sus 22 años, la madrileña se está mostrando como una fajadora infatigable, capaz de sostener el entramado táctico de cualquier partido con un despliegue físico asombroso y una disciplina férrea. Tiene una voluntad inquebrantable y una persistencia admirable. Su regularidad es el complemento ideal para el vuelo de su compañera, Marta Marrero.
Por su parte, Ariana Sánchez, con 22 años recién cumplidos, luce tres títulos y ha disputado seis finales (sólo se ha perdido dos). La reusense está asimilando que le toca asumir el juego y, poco a poco, va dando rienda suelta a su inmenso talento. Letal cuando el viento le sopla a favor, también está tomando responsabilidades cuando el camino se empina. Es una esponja al lado de Ale Salazar y sus desconexiones son cada vez menores.
Ambas, con sus estilos, están ya en la cima del circuito profesional de pádel.
La valentía de Delfi
Aquella llamada cambió su realidad inmediata. La joven Delfina Brea estaba a punto de iniciar la temporada 2019 con la granadina Teresa Navarro. La argentina, a sus 19 años, buscaba dar el siguiente paso en su imparable evolución.
En 2018, configuró junto a La Portu una formidable pareja, rocosa, incómoda para cualquier rival, capaz de darle un susto incluso a las de arriba. Mezclaron bien, hicieron una gran temporada y la rubricaron con un título (el Challenger de Arroyo de la Encomienda).
A nivel de resultados, Delfi llegó a disputar tres cuartos de final y para este año su propósito era ir consolidándose en esas instancias junto a su nueva compañera andaluza sin perder de vista la opción de alguna incursión esporádica en semifinales.
Sin embargo, la lesión de Mapi Sánchez Alayeto lo cambió todo. Su hermana Majo eligió a Delfi para sustituir a su gemela de manera provisional en los meses de convalecencia. No era la primera opción pero sí fue la primera que respondió de manera afirmativa.
De pronto, la bonaerense iba a pasar de celebrar los cuartos como un logro a pelear por los títulos casi como una obligación. Sin duda, era una oportunidad magnífica que también incluía una cuota de riesgo muy elevada.
Tenía claro que sería la diana de sus rivales, que sería la explicación de cada traspié pero, al mismo tiempo, comprendió que era todo un Master que le permitiría saltar varios peldaños de su crecimiento como jugadora.
Y aunque sabía que no era fácil jugar junto a la gemela ni jugar a lo que ella juega, Delfi asumió el reto.
Pasados cuatro meses, disputadas ocho pruebas, la argentina ha cumplido su objetivo. No ha ganado ningún título y sólo ha podido disputar una final (en Alicante) lo que, sin duda, es un pobre bagaje para su ilustre compañera que, por momentos, ofrece síntomas de lógica frustración.
Pero para Delfi el saldo es muy positivo. Se ha manejado bien en terrenos desconocidos hasta ahora para ella. Ha firmado 5 semifinales y dos cuartos, y ha sacado partidos contra parejas del top 10 que hasta ahora eran inaccesibles para ella como Carol y Ceci y Patty y Eli.
La joven perla argentina sigue aprovechando cada instante junto a Majo, consciente de que el regreso de su hermana, que ya trabaja su recuperación en pista, no está lejos.
Cuando se produzca, Delfi será otra jugadora distinta a la que iba a comenzar el año. Liberada de la presión actual, será aún más peligrosa. Su elección de pareja podría provocar movimientos llamativos en el circuito.
El ejemplo de Patty y Eli
Si se le mide por la estadística, la pareja 5 ha firmado en esta mitad de año 4 semifinales y 4 cuartos de final. No ha logrado meterse en ninguna final aún y prolonga su sequía (desde 2016 no ganan un título y desde agosto de 2018 no disputan la final de una prueba grande).
Sin embargo, con Patty Llaguno y Eli Amatrian conviene ir más allá de los datos. La pareja que entrena Neki Berwig se está reinventando. Tras una dura travesía por el desierto, asoma ahora con un renovado pádel en el que destaca el talento liberado de Patty y la esforzada vocación ofensiva de Eli. Todo ello sobre un fe y una capacidad de resistencia única.
Es, sin duda, la dupla que ninguna de las top – 4 quiere cruzarse en su camino consciente de que el enfrentamiento, acabe en victoria o derrota, le supondrá un desgaste monumental.
De hecho, salvo en el Master de Marbella que dio inicio a la temporada y en el Master de Valladolid, todas sus rivales han tenido que recurrir a la épica y superar las dos horas y medias para poder derrotarlas en tres sets.
Lo saben bien Ale y Ari (en Logroño y en Suecia), Las Martas (en Alicante, en Vigo y en Valencia) y, desde luego, Delfi y Majo, sus rivales preferidas (en Logroño, en Alicante, en Vigo, en Jaén y Valladolid).
Por ahora, la realidad de la estadística indica que sólo han ganado a dos de las parejas con más ranking (una vez a Las Martas y dos a Delfi y Majo).
Sin embargo, han estado a punto de despeñar más veces a las números uno (en Vigo perdieron en el tie break del tercero y en Valencia tuvieron opciones en el tercer set de llevarse el trinufo), y también han asomado al abismo a las AS (perdieron con ellas el tie break del tercero en Suecia).
Aún les falta a Patty y Eli lograr inclinar de su lado los detalles en los momentos clave para poder meterse en la lucha por los títulos. Están a un paso sólo de volver a hacerlo. Aunque su entrega y sus valores ya han conquistado su mayor logro: el reconocimiento unánime del circuito y de la afición.
El emergente descaro de ‘Paulita Dinamita‘
Paula Josemaría es, sin duda, la gran irrupción de esta primera mitad de temporada en el circuito femenino de World Padel Tour.
La cacereña de 22 años ha encontrado en su nueva compañera, la portuguesa Ana Catarina Nogueira, el sólido pilar sobre el que elevar su eléctrico juego. La zurda española, puro espectáculo en la pista, ha despegado este año.
Nunca antes había logrado superar la barrera de los octavos de final. Ni en 2016, ni en 2017 ni en 2018. Sin embargo, este 2019 lo comenzó a lo grande, con una clasificación para semifinales en la prueba inaugural, el Master de Marbella, dejando por el camino a dos de las principales cabezas de serie.
Le costó repetir itinerario aunque alcanzó en dos ocasiones los cuartos de final, terreno inaccesible hasta ahora. Sin embargo, Paulita Dinamita subió la apuesta y en Suecia jugó su primera final tras finiquitar a las AS en semis.
No estuvieron ni cerca de conseguir el título por la implacable actuación de Las Martas pero el hecho en sí era todo un logro.
Terminada la primera mitad del año, la jugadora de la Moraleja ha replanteado sus objetivos iniciales: el Master Final es mucho más que una posibilidad. Sobre todo, después de haber desbancado a Victoria y Alba de la octava plaza del ranking y haberse apoderado de la condición de octavas cabezas de serie.
El crecimiento del pádel portugués
Ana Catarina Nogueira es pieza indispensable en el despegue de su joven compañera. La Portu, a sus 40 años, es un valor más que fiable.
Cada paso de esta admirable ex-tenista nacida en Oporto es un hito para el pádel portugués pero no está sola en su epopeya. Asoma también la lisboeta Sofía Araújo que ya ha firmado este año dos cuartos de final junto a la argentina Virginia Riera.
Ya habían tenido presencia simultánea en octavos (precisamente, en el Master de Portugal de 2018) pero esta temporada han dado un paso más y han convertido el Open de Valencia en el primero de la historia de World Padel Tour que ha contado con dos jugadoras lusas en la antepenúltima ronda. Una gesta que debe contribuir a consolidar el camino del pádel en Portugal.
La raza de Aranza y Nela
Aranzazu Osoro y Nela Brito dan forma a otra de esas duplas que, con independencia de lo que dicte el ranking, son una trampa en el camino de cualquiera.
Penalizadas por el sorteo al no ser cabezas de serie, las argentinas sólo han podido alcanzar los cuartos de final en una ocasión en lo que va de temporada (han hecho 3 octavos y han caído 4 veces en primera ronda) pero han puesto contra las cuerdas a varias de las favoritas e incluso han despeñado a algunas de las cabezas de serie.
En Logroño amargaron el debut de Carol y Ceci (7-5, 4-6 y 7-5) y apretaron de lo lindo a Sainz y Triay en cuartos (7-6, 3-6 y 6-3). En Vigo llevaron al límite a Navarro y Reiter aunque no pudieron derrotarlas (4-6, 6-4 y 6-4). En Valladolid apuraron mucho a Patty y Eli en primera ronda (6-3, 5-7 y 6-4). En Suecia despidieron en el arranque a Alba Galán y Victoria Iglesias (7-6 y 6-2). Las cabezas de serie número 8 se cobraron la revancha en Valencia pero les costó una remontada ante las bravas argentinas (6-7, 6-2 y 6-3).
La veteranía de Brito (40 años cumple en agosto) y la pujante juventud de Osoro (23 años) han dado lugar a una interesante mezcla que complica cualquier enfrentamiento a sus rivales con independencia del ranking.
Ahora, en la segunda mitad del curso, Aranza y Brito deben dar un paso más si quieren apurar las opciones de meterse en el Master Final. No lo tienen fácil.
La precocidad de Goenaga
Con sólo 15 años, una salmantina asoma ya entre las grandes del pádel profesional. Carmen Goenaga ha logrado este año, junto a Nuria Rodríguez, alcanzar los octavos de final de una prueba grande. Y no una vez sino que lo ha hecho en cuatro ocasiones.
Primero, lo consiguió en el Master de Marbella, donde se convirtió en la segunda jugadora de menor edad en alcanzar esta ronda (la malagueña Bea González fue la más precoz con 14 años). Lo hizo además partiendo de la previa.
Después, repitió gesta en Alicante abriéndose paso, de nuevo, desde la fase preliminar.
En Vigo, con la pole en el cuadro principal ya conquistada, volvió a adentrarse en octavos. En el camino dejó fuera a Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira. Su última clasificación para la segunda ronda del cuadro de favoritas fue en Valencia aunque no pudieron disputar el encuentro de octavos contra Las Martas por lesión de su compañera.
Para la segunda mitad de temporada, Goenaga aspira no sólo a mantener el nivel sino que sueña con alguna incursión en cuartos de final.
Cañellas coge impulso
Otra perla destacada de la cantera del pádel español es Ariadna Cañellas que, pese a sus 16 años, también empieza a reclamar sitio entre las estrellas.
La palmesana comenzó la temporada en preprevia y, desde allí, alcanzó su primer cuadro principal del año en el segundo torneo, el Logroño Open, junto a otra promesa nacional, la murciana Nuria Vivancos, con quien compartió pista durante cuatro pruebas.
A partir del Open de Jaén, Ariadna se unió a la ferrolana Silvia López (24 años) con quien, ya desde previa, consiguió dos clasificaciones más al cuadro final (Jaén y Valladolid).
En Valencia, formó junto a Julia Polo y, también desde la previa, se metió entre las mejores.
Cañellas ya ha igualado sus registros de 2018 (de hecho, ha ganado ya 14 partidos de los 22 disputados, frente a los 12 de 27 del curso anterior). Y aunque aún no ha pasado de la primera ronda, tiene toda la segunda mitad para pelear por adentrarse en unos octavos de final.
La persistencia de Melania y Esther
Tienen 20 y 19 años pero ya se conocen al dedillo el trayecto que les adentra en la élite del pádel profesional femenino. Las vallisoletanas Melania Merino y Esther Carnicero han cumplido con nota esta primera mitad de curso World Padel Tour 2019.
Aunque su inicio en Marbella, en el que no pudieron pasar de previa, no presagiaba lo mejor; la joven pareja española ha ido afinando su trazo para, llegado el ecuador de la temporada, haber cumplido ya con lo conseguido en 2018.
De hecho, a estas alturas suman 3 octavos de final y dos dieciseisavos, un total de 5 incursiones entre las grandes (el año pasado sólo consiguieron 3 clasificaciones para el cuadro principal) para una pareja que parte aún de la previa.
Su progresión, sin embargo, va al alza. Se le resistieron los octavos de final hasta que en el torneo de su tierra, el Master de Valladolid, encontraron el camino. Desde entonces han firmado tres presencias consecutivas en esa segunda ronda del cuadro final lo que les ha dado un gran empujón en el ranking.
De hecho, en Logroño eran cabezas de serie número 8 de la fase previa y, en Valencia, ya han partido como las segundas favoritas por ranking de ese cuadro preliminar.
Su aspiración, en esta segunda mitad de año, es mantener la trayectoria y conquistar su plaza entre las grandes.
Cruz: lo peor hasta ahora
La primera parte de la temporada también ha ofrecido algunos aspectos negativos.
La lesión de Mapi
Es, sin duda, la peor noticia para el circuito profesional femenino en este 2019. La ausencia de la pareja que forman las gemelas Sánchez Alayeto este curso deja la competición sin las dominadoras de la era World Padel Tour. De hecho, las aragonesas han gobernado la cima del ranking en cuatro de los seis últimos años (2014, 2015, 2017 y 2018) y su baja es irremplazable.
A la pugna de Las Martas y Las AS le falta la prueba de fuego definitiva: la arrebatadora presencia de las Alayeto.
Aunque no hay plazos definidos para el regreso de Mapi Sánchez Alayeto, la zaragozana, una vez recuperada la movilidad de su hombro, ya ha iniciado el proceso de recuperación en pista. Está previsto que su feliz vuelta a World Padel Tour se produzca en esta misma temporada.
Aunque habrá que constatar el estado en el que retoma la competición profesional, la capacidad competitiva de las hermanas, de sobra probada, añadirá mucha más animación al segundo tramo del curso.
El lastre de Gemma y Lucía
Otra dupla que no está teniendo fortuna en esta mitad de temporada es la aspirante a número uno. Gemma Triay y Lucía Sainz firmaron un primoroso primer tramo de 2018 al conquistar cuatro de las cinco primeras finales.
Se hicieron con tres títulos y exhibieron un nivel de juego que atormentó a sus rivales.
Fue, sin duda, su mejor año en cuanto a conquistas aunque en la segunda mitad de la temporada su rendimiento descendió de manera drástica. El empuje de sus adversarias, Salazar y Marrero, acabó desplazándolas a la tercera plaza.
En este 2019, comenzaban como cabezas de serie número uno por la baja de Mapi y la formación de Las Martas y Las AS.
Sin embargo, aún no han logrado despegar del todo. Arrancaron con un sonado traspié en el Master de Marbella (perdieron en el estreno ante Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira).
Perdieron de golpe la plaza como primeras cabezas de serie y se desplazaron a la tercera. Su juego se llenó de dudas. En Logroño, tras sufrir ante Osoro y Brito en cuartos, fueron vapuleadas por Las Martas en semis.
Ese complicado inicio junto a los problemas físicos que, primero sufrió Lucía y, ahora, Gemma (una lesión en un dedo de la mano la apartó de la competición en Suecia y Valencia), han lastrado la recuperación de una pareja que sufrió mucho con el bajón del final de la temporada pasada.
De momento, suman una final y cuatro semifinales, pero su potencial convierten este botín en un simple aperitivo; demasiado poco para lo que nos han mostrado en esplendor. Recuperar aquella versión sería una gran noticia para ellas y también para el circuito en esta segunda mitad de curso.
La espada de Damocles de Alba y Victoria
De no ser por sus problemas crónicos de espalda de la madrileña, el balance de los primeros cuatro meses juntas de Alba Galán y Victoria Iglesias ofrecería unos resultados mucho mejores.
La pareja que entrenan Ramiro Choya y Javi Peña ha mostrado en esta primera mitad de curso un potencial más que interesante. Sin embargo, la dolencia de espalda que arrastra Alba ha sido más determinante que su cambio de posición en la pista (ha pasado del revés a la derecha).
Aún así, han dejado momentos sensacionales como la tremenda victoria que firmaron en cuartos de final de Vigo ante Las AS, un vapuleo sensacional que ofreció una buena medida del pádel que esta pareja atesora.
Sin embargo, tras la proeza, la lesión de Alba les impidió siquiera saltar a la pista para disputar las semis ante Lucía y Gemma.
Lo mismo les ocurrió en el inicio de la temporada. Se midieron a sus ex, Mari Carmen Villalba y Teresa Navarro en octavos de final del Master de Marbella. Las vencieron (pese al esguince de tobillo que sufrió Victoria en la jornada anterior) y no pudieron disputar los cuartos de final ante Las Martas.
Es cierto que en los últimos torneos, la pareja española ha sufrido un bajón en su rendimiento. En concreto, en Suecia y en Valencia se despidieron con antelación y lo hicieron, además, a manos de parejas con menor ranking (Nela Brito y Aranza Osoro las derrotaron en primera ronda del open sueco; y Sofía Araújo y Virginia Riera, en octavos del torneo valenciano).
Todo ello, unido a los buenos resultados de sus perseguidoras, Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira; han provocado su caída a la novena plaza del ranking y la pérdida de la condición de cabeza de serie que habían ostentado desde el inicio de temporada.
Ahora, por delante, tienen la segunda mitad del curso para recuperar lo perdido, mostrar el enorme potencial que tienen como pareja y reconquistar la plaza para estar en el Master Final.